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Álvaro baja la persiana a la portería del Huesca
El meta acumula nueve puertas a cero, es el cuarto que más para y el segundo en la clasificación del Zamora dentro de un curso en el que está aprovechando para reivindicarse.
En el Huesca alcanzó la Primera División y en el Huesca ha recuperado la confianza. Tras dos cesiones poco fructuosas al Brighton inglés y al Espanyol, Álvaro Fernández regresó el pasado verano a la entidad azulgrana para cumplir su última temporada de contrato con el afán de reivindicarse y demostrar que tiene hueco en la élite. Lo está consiguiendo y la victoria del pasado sábado ante el Alcorcón (1-0) que impulsó a los de Hidalgo fuera del descenso fue un ejemplo más.
El protagonismo, como es lógico, se lo llevó Obeng, el autor del gol de la victoria en el último instante, pero justo es reconocer que para que ese momento fuese posible, en un choque de juego gris, las paradas del riojano de 25 años en la primera parte mantuvieron a flote a sus compañeros. Tres fueron las intervenciones clave que rubricó. Primero repelió un duro tiro de Javi Pérez y el cabezazo de Dyego Sousa posterior y después mostró todos sus reflejos en la ocasión en la que Javi Lara apuntó al palo corto.
En total, durante el partido realizó cuatro paradas que hacen que su cuenta global sea de 69 (2,76 por partido), el cuarto que más de la categoría. Solo le superan Rubén Yáñez con 73, las mismas tiene Luca Zidane (Eibar) y de 75 puede presumir Ezkieta en el Racing.
Álvaro lo ha jugado todo, las 25 jornadas al completo. En ellas ha dejado su meta a cero en nueve ocasiones. La anterior a la del sábado pasado había sido la del 0-0 con el Sporting con el que se abrió el año y la segunda vuelta y la relación también incluye las tablas con el Racing y el Albacete, y los triunfos con el Alcorcón (0-2), el Amorebieta (0-1), el Real Zaragoza (0-2), el Racing de Ferrol (1-0) y el Cartagena (3-0). Está a tres de igualar su mejor cifra, las doce ocasiones en las que echó el candado en la 2019-20, la del segundo ascenso a Primera División. Entonces la solidez atrás fue clave para regresar a la élite, ahora es sobre lo que se asientan las opciones de salvación ante la escasa pólvora adelante.
Al respecto, y como muestra de su recuperación, con el Espanyol en el último ejercicio, en los once encuentros en los que se situó bajo el arco, únicamente en dos no tuvo que sacar el balón de la red. Con el Brighton, solo hubo una ocasión en doce oportunidades. El dato ha tenido especial relevancia en los últimos cursos en el Huesca. Andrés estableció hace dos el récord con 17 y en el último se quedó a uno de igualarlo.
Que Álvaro no encaje es lo segundo más habitual que viene pasando en los partidos de los oscenses. Lo primero, que reciba una diana; ha ocurrido en once citas. En cuatro ha habido que lamentar dos y solo en una, tres. En la derrota por 2-3 con el Eibar.
La suma de goles en contra del Huesca es de 22. Solo dos equipos llevan menos, el líder Leganés con 16 y el Oviedo, octavo, con 19. Los de Hidalgo son los 16º con dos puntos de ventaja sobre el descenso y entre sus otros seis compañeros de viaje en la zona baja, el que más se le acerca es el Andorra con 36.
Otro índice que sitúa a Álvaro entre los mejores guardametas de la categoría es el del Zamora. En esa clasificación marcha segundo empatado con Yáñez –quien fue se su compañero de posición en El Alcoraz durante el último ascenso– ambos con 22 goles encajados en 25 partidos. El coeficiente de los dos es de 0,88. Para ser el primero, Álvaro tendría que mejorar el 0,76 de Leo Román, que en el Oviedo ha sido batido en 19 ocasiones.
El próximo sábado, en la visita al Eldende (16.15), Álvaro tendrá varios puntos de atención. La responsabilidad del gol en el equipo que dirige Fernando Estévez, un bloque con fluidez ofensiva, se los reparten Juanto, que lleva seis, Chapela, con siete, y Soberón, con ocho, que causó baja en el 1-1 con el Oviedo del pasado fin de semana por unos problemas de rodilla.
