Tras tres derrotas consecutivas, la última por 0-1 con el Eldense, con solo un triunfo en diez jornadas, con el equipo hundido en los puestos de descenso y también en lo anímico, la SD Huesca decidió tras una reunión a la finalización del encuentro con los alicantinos destituir a su entrenador, Cuco Ziganda. “El club ha tomado esta complicada decisión en busca de un nuevo impulso, debido a la delicada situación deportiva del equipo en el presente curso” se anuncia en el escueto comunicado con el que dio a conocer una decisión tomada tras conocer los pareceres tanto del entrenador como del director deportivo Ángel Martín González.

Ziganda se marcha habiendo dirigido 53 encuentros oficiales a la SD Huesca, toda la temporada pasada y el primer cuarto de liga de la actual. En su primer curso condujo al equipo a una salvación relativamente tranquila -lo que se le había solicitado- aunque ya en la segunda vuelta se dieron muestras de desgaste. En la actual, el balance es de siete puntos sumados sobre treinta posibles con una victoria, cuatro empates y cinco derrotas. Malos resultados que han venido acompañados de malas sensaciones sobre el césped a pesar de los intentos del navarro por revertir la situación con cambios de sistema y de nombres dentro de una plantilla que a lo largo del verano, fruto de la complicada situación económica del club, fue perdiendo piezas importantes -enfrente en el Eldense, sin ir más lejos, estaban Timor y Mateu- y cuyos recambios llegaron dentro del mercado tarde.

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Ziganda ya había superado este curso una primera vez delicada en el momento de la visita al Alcorcón saldada con un positivo 0-2 que dio oxigeno y reforzó la postura dentro del club de los que abogaban por dar tiempo. Sin embargo, las tres derrotas consecutivas posteriores sufridas en el plazo de una semana han agotado el crédito de alguien que antes de ser destituido se seguía viendo con fuerzas para seguir. La cuesta abajo final arrancó el domingo pasado con el 0-1 con el Sporting, siguió con el 1-0 ante el Oviedo del miércoles y concluyo con otro rival que al igual que los azulones entonces también se encontraba en zona de descenso. El Eldense llevaba seis jornadas sin ganar y no dejaba su meta a cero desde el primer compromiso del club.

En El Alcoraz volvieron a escuchar cánticos contra la directiva y el entrenador desde la grada de animación y después hubo aficionados que se quedaron largo tiempo tras el partido para seguir con sus quejas, algunas de ellas escuchadas desde la primera jornada. Dentro, en el palco, estaban reunidos los mandatarios del club con sus responsables deportivos en busca de una solución. Acabó siendo la habitual en estas ocasiones. Toca buscar un nuevo responsable para iniciar una nueva etapa en lo que lo primero será reflotar a un vestuario que anímicamente afectado. La próxima estación será el domingo que viene a las 18.30 en Eibar.