Solo han transcurrido dos jornadas y la situación puede acabar siendo anecdótica aunque ahora mismo los síntomas y las sensaciones después de un partido para olvidar no sean los mejores. De todos modos, en lo estadístico, no deja de tener su interés. Tras el 0-2 ante el Tenerife del lunes en El Alcoraz, con solo un punto sumado, el del 1-1 con el Burgos del primer encuentro oficial del curso, el Huesca ocupa la 19ª posición en la clasificación. Es decir, se encuentra en puestos de descenso a 1ª RFEF empatado con el Oviedo y el Burgos, situados por encima gracias a la diferencia de goles, y con el Cartagena, el Elche y el Alcorcón, que solo conocen la derrota, por detrás. Hay que echar el calendario bastante atrás para encontrar en Segunda División a los azulgranas por debajo de la línea roja.

Concretamente, seis años y dos días.Ese es el tiempo que había transcurrido hasta el lunes desde el 19 de agosto de 2017. Aquel día el Huesca cayó por 0-1 en su visita al Numancia en lo que era la inauguración del ejercicio 2017-18, el del primer ascenso a Primera. El proyecto de Rubi, que tan exitoso resultaría después, no se puso en marcha con buen pie. La derrota en Los Pajaritos y las normas para dilucidar los desempates en la tabla mandaron al equipo a la penúltima posición. Cinco jornadas después se dio el pistoletazo de salida a la racha de solo una derrota en 21 jornadas que le puso en la senda de la gloria.

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Desde entonces, dejando a un lado los dos pasos por la élite, en los que lo más habitual fue encontrar al Huesca entre los últimos, en las otras tres campaña en el fútbol de plata siguientes siempre había habido cierto colchón en cuanto a las cuatro posiciones fatídicas. Con Míchel Sánchez, en un curso en el que los oscenses finalizaron primeros, no se bajó de la séptima (en las jornadas 1 y 6) y en la 2021-22, en la que en la segunda jornada los de Nacho Ambriz eran líderes, se ocupó varias veces la 15ª. La temporada pasada, ya con Cuco Ziganda en el banquillo, en la tercera jornada eran 17º al igual que ahora con un punto.

Al primer Huesca del técnico navarro también le costó arranca. Hace un año al 0-0 a domicilio con el Levante con el que se alzó el telón a la liga le siguieron las derrotas con el Cartagena (2-3) y el Albacete (2-1) antes de que dos victorias seguidas en El Alcoraz con el Ibiza (3-0) y el Málaga (1-0) permitiesen tomar aire e impulso. El Huesca seguiría creciendo hasta alcanzar su cota máxima, aún dentro de la primera vuelta, en la 15º jornada, cuando se situó séptimo tras un favorable 1-0 con el Villarreal B. La segunda parte de la campaña el equipo se fue desinflando, pro aún así se logró la salvación sin muchos contratiempos.