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Por la tarde, llegó el sufrimiento en el Huesca
Los azulgranas han vivido este sábado su primer entrenamiento de corte puramente físico.
La pretemporada sirve para crear grupo, introducir los conceptos que se van a desarrollar durante la liga, perfeccionar algunos aspectos y llenar los músculos de gasolina para los largos meses de competición que se avecinan. Cada vez es más habitual que el físico se trabaje con el balón, es útil para poner en práctica otras cuestiones y al futbolista se le hace más a meno. Sin embargo, las sesiones en las que correr y forzar la máquina es lo fundamental siguen poniéndose en práctica. En la tarde de este sábado a los jugadores de la SD Huesca les tocó completar por primera vez desde la vuelta al trabajo del jueves uno de esos entrenamientos.
Los azulgranas, en la que era su segunda vez tanto del día como de la concentración de Benasque, se ejercitaron sobre los dos campos de Los Escuadros, tanto en el principal como en el auxiliar. Arrancaron en éste último realizando diversos ejercicios con elementos como las picas y posteriormente pasaron al grande para correr en tandas de siete minutos en las que el preparador físico Alberto Martínez jugó con las intensidades. Los rostros de sufrimiento en algunos de los jugadores, los cabeceos e incluso alguna maldición en voz baja denotaron el esfuerzo. Aprovechando el descanso entre una y otra, y también antes de empezar, Cuco Ziganda impartió charlas.
El juvenil Diego Espinosa no tomó parte en las carreras aquejado de molestias musculares. Se limitó a ejercitarse sobre una bicicleta estática.
Aunque ya por la mañana había habido algún niño presenciando el entrenamiento, en el que se trabajó once contra once, la presencia de público por la tarde resultó mucho más notoria. La banda pegada al pabellón polideportivo se llenó de aficionados y curiosos.
El domingo el equipo tan solo tiene programado un entrenamiento, a partir de las 10.00. Ya el lunes volverá a haber una doble sesión.
