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Carrillo se queda sin jugar
El delantero llamado a ser la referencia en la SD Huesca sólo ha contado con ocho minutos en las últimas siete jornadas.
La temporada en Segunda División es larga, en ella ocurren muchas cosas, hay lesiones, sanciones, los picos de rendimiento fluctúan y también los entrenadores -cada vez más- juegan con el reparto de protagonismo dentro de los vestuarios. Hoy se puede estar arriba y mañana abajo. En este último caso se encuentra ahora mismo en la SD Huesca José Ángel Carrillo, delantero llegado en el tramo final del mercado de verano para ser un referente ofensivo y que no solo ha desaparecido en las últimas semanas de las alineaciones, sino que tampoco está actuando como recambio en las segundas partes.
El domingo pasado en el 0-0 con el Villarreal B, un choque en el que los azulgranas no tiraron entre los tres palos y en el que sí formaron parte de un once de circunstancias los otros dos arietes, Obeng y Kanté, se volvió a quedar sin jugar. El día anterior había entrenado con un vendaje, pero entró en la convocatoria y en la sesión posterior del lunes trabajó con normalidad.
En las últimas siete jornadas tan solo ha disputado ocho minutos. Todos en la victoria por 3-0 sobre el Levante en la que sustituyó a Obeng, refuerzo estrella de un mes de enero en el que se aprovechó para reestructurar la parcela ofensiva del equipo con su llegada y las salidas de Villar, Escriche y Kevin Carlos. El atacante cedido por el Oviedo debutó formando pareja con Carrillo marcando el gol del 1-0 ante el Mirandés. Daba la sensación de que Ziganda iba a proponer en la segunda vuelta algo similar a lo planteado con el ghanés y Baston en su etapa en el banquillo de los asturianos. Sin embargo, en los partidos posteriores, en los que Obeng ha celebrado otras dos dianas, ha preferido colocar a su vera a Joaquín o, lejos de El Alcoraz, situar en la punta a Kanté.
Tras la victoria con los burgaleses, en la que se mantuvo sobre el césped una hora, y a excepción del desenlace con el Levante, Carrillo se ha quedado siempre fuera de la ecuación. En el empate con el Real Zaragoza Ziganda vinculó su carencia de minutos "a la mucha competencia" y aseguró estar "contento" con él.
Carrillo, de 29 años, firmó por dos temporadas tras la marcha de Sandro a Las Palmas. Se incorporó libre y con los nueve goles marcados para el Lugo el curso anterior como mejor y más reciente credencial. En verano había trabajado en solitario así que sus primeras semanas le sirvieron para ponerse a tono con sus compañeros. Su estreno fue en la derrota por 2-1 con el Alavés en la sexta jornada y después tuvo que esperar hasta la novena para volver a atarse las botas y además vivir su primera titularidad precisamente contra su exequipo (1-1).
En lo sucesivo, sin asentarse en el once -ha participado en 18 encuentros, en nueve de inicio- sí que pasó a ser una pieza recurrente. Fue el autor del 0-1 en Oviedo y del 1-0 con Las Palmas en El Alcoraz.
Solo una vez ha jugado en un encuentro de principio a fin, en el 3-0 de La Romareda. Desde entonces y hasta la última titularidad con el Mirandés, siempre tuvo participación en un momento u otro de los partidos. En los dos primeros compromisos de la segunda vuelta, con el Albacete (1-1) y el Cartagena (0-0) contó con alrededor de media hora. Formó de inicio en ante el Oviedo (1-1), siendo sustituido en el 74’ y tuvo diez minutos en Las Palmas (1-0).
Su situación es inversa a la de Sielva. Prácticamente en el mismo periodo de tiempo el medio ha pasado de tener un rol marginal a ser un fijo. Ese cambio demuestra que la situación de Carrillo puede girar. El domingo llega a El Alcoraz el Alavés (14.00).
