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La SD Huesca comienza su obligado paso de página a la Copa del Rey

Los azulgranas se vuelven a centrar en la liga con la visita del sábado al Tenerife tras un descalabro copero del que Ziganda tomó buena nota y que en el club molestó por la imagen dada.

Juan Carlos, durante el entrenamiento de este lunes de la SD Huesca.
Juan Carlos, durante el entrenamiento de este lunes de la SD Huesca.
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Urge recuperar la versión de la liga y demostrar que el ‘Torremolinazo’, calificativo con el que se ha bautizado en medios malagueños a la eliminación en la primera ronda de la Copa del Rey a manos del Juventud de Torremolinos, quede en un amargo paréntesis, un aviso a navegantes de lo que ocurre cuando no se iguala la ilusión del rival y no se pone el mismo empeño. La SD Huesca volvió este lunes al trabajo menos de 24 horas después de haber hincado la rodilla en la tanda de penaltis ante un conjunto de Segunda RFEF -dos categorías inferior- en un mal partido marcado por una horrible primera mitad que obligó a forzar en la segunda una infructuosa prórroga tras ir perdiendo 2-0. El tiempo transcurrido desde entonces ha sido de reflexión y análisis. En el seno del club no se quiere dramatizar en exceso con lo ocurrido, pero se considera que la imagen ofrecida, más allá del resultado, no fue decorosa. En el horizonte aparece la visita del sábado al Tenerife (18.30) dentro de la 16ª jornada de Segunda División y para evitar que las malas sensaciones se enquisten se entiende necesario obtener un buen resultado.

Ziganda, ya tras el encuentro, se quiso cargar con la responsabilidad alejando el foco de los jugadores. “No he estado acertado y lo siento mucho, no es cosa de alguien puntual sino mía”, afirmó. Se le vio visiblemente afectado por lo ocurrido. No en vano, vivió una repetición de la película que ya sufrió hace un año con el Oviedo, cuando fue apeado por el Andratx. Apostó por una alineación con aquellos que venían teniendo menos protagonismo, no funcionó y tuvo que recurrir a los primeros espadas. Jugadores como Euse, Anglada, Kevin Carlos, Manu Rico y Vilarrasa perdieron una buena oportunidad y otros a los que se les debe exigir más como Sielva no dieron el paso adelante.

Fueron llamativos especialmente los errores en defensa, la falta de coordinación y concentración, uno de los puntos fuertes de un bloque que desde la visita al Alavés (2-1), diez partidos atrás, solo había recibido tres goles y que en el Municipal de El Pozuelo encajó dos en la primera parte pudiendo haber sido varios más.

En el Pirámide este lunes lo que se hizo fue repasar esos conceptos despistados. Tras una sesión de vídeo, ya sobre el césped el entrenador trabajó con aquellos que menos habían jugado el día anterior o que no se habían vestido de corto aspectos como la basculación de la defensa hacia las bandas, algo con lo que el Torremolinos, que en todo el curso había marcado cinco tantos, hizo daño. Primero fue más teórico y después más práctico entrando también en juego entonces las posibilidades ofensivas con las que cuentan los azulgranas ante una zaga ya armada. Situación que, como ya ha sucedido muchas otras veces, en tierras malagueñas se les volvió a atragantar. Ibón Pérez, el técnico rival, de hecho había hablado antes del partido de la importancia que podía tener para los suyos adelantarse y de cómo los oscenses, a partir de ahí, les dejarían muchos huecos atrás. Su plan se cumplió.

En Tenerife, es de esperar que el Huesca vuelva a ser reconocible. A la Copa llegó dibujando una línea ascendente que le había llevado hasta el séptimo puesto, el mejor en lo que va de liga, mirando al ‘play off’ a solo dos puntos de distancia. En las últimas nueve jornadas solo ha perdido un partido y en casa lleva siete sin caer. El lunar son los desplazamientos, con solo un triunfo. Vencer en el Heliodoro Rodríguez López al 15º clasificado sacaría la espina clavada en Torremolinos.

Un formato que se atraganta

El formato de competición vigente en la Copa del Rey está cumpliendo en la actual temporada su cuarta edición. Aunque con él la eliminación ante el Juventud de Torremolinos es la primera que sufre el Huesca a las primeras de cambio, ésta no es precisamente la única a manos de un rival de inferior categoría. En los tres últimos cursos el tope había estado en la segunda ronda, donde la última vez el paso lo había cerrado otro oponente de Segunda División, el Girona. En la 2020-21 el verdugo fue el Alcoyano, de la antigua Segunda B, al igual que la Cultural Leonesa en la 2019-20.

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