Va a ir a por lo que le interesa y lo va a hacer de forma directa, sin esperar a nada. La SD Huesca da un giro a la política de fichajes sostenida en las últimas campañas, o al menos eso va a intentar. Ni hará primero hueco a lo que tenga que venir ni aguardará a los movimientos del mercado en busca de oportunidades de última hora o de jugadores de miras altas a los que se les vayan cerrando otras puertas. A pesar del contexto de reducción en el límite salarial al que se enfrenta, el director deportivo Martín González persigue cerrar la plantilla lo antes posible para que el nuevo técnico, Cuco Ziganda pueda tener entrenamientos de calidad desde el primer día, el 6 de julio.

Quiere compatibilizar las salidas y las entradas, manejar ambas cuestiones al mismo tiempo. Además, es muy probable que también se produzcan rebajas salariales. El objetivo es que el bloque esté compuesto por 22 jugadores apoyados por tres canteranos.

Si se logra, el panorama para Ziganda será muy distinto al vivido por sus predecesores en los últimos ejercicios, en los que lo habitual fue volver al trabajo aún con muchos deberes por hacer. Hace un año, Ambriz se encontró con un grupo de 22 jugadores entre los que solo había tres fichajes (Lombardo, Salvador y Mateu) y que estaba completado por nueve miembros del filial para reunir a 22 piezas. En 2020, Míchel inició una pretemporada tardía a causa de la covid aún sin caras nuevas con 17 componentes del primer equipo y ocho canteranos y un curso antes, tras la Oikos, a su primera sesión se presentaron 23 jugadores. De ellos, eran refuerzos Mikel Rico, Joaquín y Álvaro, mientras que seguían del debut en Primera División Pulido, Ferreiro, Galán, Luisinho, Gallar, Musto y Jovanovic, y regresaban de sus cesiones Escriche y Eugeni.

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Ahora, el punto de partida son los 18 futbolistas con ficha con los que se cuenta en estos momentos, al margen de Pitta, que estará cedido en Brasil hasta diciembre. Hay tres porteros, dos laterales, dos centrales, tres mediocentros, seis extremos y dos delanteros. Para que Ziganda pueda trabajar con normalidad se hace necesario poblar especialmente la defensa y la sala de máquinas.

Atrás continúan en la banda derecha Ratiu, en la izquierda Miguel y en el eje Pulido e Insua. Aunque haya piezas polivalentes -Valentín puede complementar a Ratiu y Mateu a Miguel, que también es capaz de hacer las veces de central al igual que Timor y Salvador- la experiencia del último curso aconseja tener más piezas naturales. Ignasi Miquel, que actuó como azulgrana cedido por el Getafe, no descartó del todo su continuidad en el cierre de la campaña, pero ésta no parece sencilla y de hecho su nombre ha sido incluido en las negociaciones de los azulones con el Levante por De Frutos.

Para el mediocentro, Ziganda tiene a Timor, Salvador y Juan Carlos. Se han ido Seoane, Mikel Rico, Pablo Martínez y, por ahora, también Mosquera. El gallego se ha dejado querer, pero su renovación aún no se ha producido. Timor llegó en el mercado de invierno como un refuerzo importante y a Salvador se le considera una pieza útil, ambos tienen contrato hasta 2024. El de Juan Carlos concluye en un año, pero podría decir adiós antes. Su papel en el último ejercicio fue secundario. Manu Molina emerge como una opción en el mercado.

Para los extremos, con la llegada de Soko, el primer fichaje oficializado, las variantes son múltiples. Además del ex del Racing, la nómina incluye a Lombardo, Joaquín, que renovó en abril hasta 2025, Mateu, Ferreiro y Valentín. por lo que no sería de extrañar que alguno de ellos acabase vistiendo otros colores en la próxima campaña.

Engañosa es la situación de la portería y la delantera. Bajo los palos existen muchas dudas. Álvaro interesa a conjuntos de Primera División y tampoco la continuidad de Andrés, por su ficha, se puede dar por segura. El tercero en discordia es San Román, con un año más aún por delante. En la delantera se cuenta con Escriche, mientras que la situación de Sandro es similar a la de Álvaro. Se entiende que le daría un salto de calidad al equipo, pero su encaje no resulta sencillo, consumiría un porcentaje importante del tope salarial y tiene salida en la élite.

La composición del cuerpo técnico, otro frente

Al margen de dar forma a la plantilla, Martín González trabaja junto a Cuco Ziganda en la construcción del que será el cuerpo técnico. Se confía en mantener a miembros del ‘staff’ con amplia trayectoria en el club como son los casos del analista Adrián Sipán y el preparador de porteros Adrián Mallén. Al margen de ellos, con el navarro llegará gente de su confianza, en concreto un segundo entrenador y un preparador físico. Ambos podrían seguirle del Carlos Tartiere a El Alcoraz. Según se apunta desde Oviedo, el preparador físico sería Alberto Martínez, en cuya hoja de servicios, además del asturiano aparecen destinos como la Cultural Leonesa y el Melilla junto a experiencias en Tailandia e Irak. Como mano derecha Ziganda contaría con Bingen Arostegui, ex también del Athetic.

En cuanto al diseño de la pretemporada, el técnico, que ya conoce todas las instalaciones del Huesca, dio el visto bueno a que entre el 4 y el 5 de julio se realicen las analíticas y que el primer entrenamiento sea el 6 de julio. Ahora, se están concretando las fechas de la habitual concentración en Benasque y los amistosos.