Los resultados de los partidos más recientes, el juego mostrado en ellos y el espíritu del equipo. De las palabras, la SD Huesca ha pasado en sus últimas actuaciones a los hechos para confirmar que está dispuesta a pelear por entrar en el ‘play off’ mientras las matemáticas le concedan opciones y que además tiene argumentos en su vestuario para ello. Xisco Muñoz planteó la visita del Lugo del domingo como una oportunidad de engancharse de veras a esa carrera y lo cierto es que el 1-0 logrado con el gol de Seoane en el minuto 90 ha colocado a los azulgranas a falta de 14 jornadas a cinco puntos de la zona noble, la distancia más corta de toda la segunda vuelta. El reto sigue siendo muy complicado porque más allá de la diferencia de puntos también hay que tener en cuenta los rivales que hay de por medio, los oscenses son 12º y tendrían que entrar entre los seis primeros, pero existen precedentes históricos que muestran que es probable.

Desde que a partir de la temporada 2010-11 se instauró el actual sistema de ascensos a Primera en el que los dos primeros obtienen plaza directa al final de la liga y los cuatro siguientes se disputan la tercera en dos eliminatorias, ha habido dos casos de equipos que tras la jornada 28 se encontraban a cinco puntos del ‘play off’ y acabaron remontando no solo ya para ser sextos, sino para finalizar quintos. El más reciente es el del Girona en el curso pasado y el más exitoso el del Mallorca de la 2018-19, que acabó dando el salto a la élite. Con una brecha superior nadie lo ha logrado, mientras que con un punto menos el propio Huesca lo hizo en la 2016-17.

Aquel Mallorca dirigido por Vicente Moreno, que saltó de 2ª B a Primera en dos campañas y del que Lago Junior puede dar a sus compañeros información de primera mano -fue protagonista en los dos éxitos- marchaba a estas alturas de la competición noveno con 42 puntos mientras que el sexto, el Cádiz, presentaba 46. Su racha era de una victoria y dos empates consecutivos, el último un 1-1 con el Elche. A partir de ahí, obtuvo 27 de los 42 puntos que quedaban por entrar en juego con ocho triunfos, tres tablas y otros tantos tropiezos. La fortaleza defensiva fue una de sus claves, en la mitad de los encuentros dejó su meta a cero y solo en dos ocasiones recibió más de un gol. De hecho, ya en el ‘play off’, en el que aseguró plaza con una jornada de antelación, ni el Albacete en semifinales ni el Deportivo en la final pudieron batir ni en la ida ni en la vuelta a su portero, Manolo Reina.

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Más puntos logró en su esprint final el Girona de hace solo uno año. Después de perder 0-1 con el Almería, cerró la jornada 28 noveno como el Mallorca. Dirigidos por un ex del Huesca, Francisco, hasta ese momento los catalanes habían conseguido 38 puntos mientras que el Rayo marcaba la zona de promoción con 43. En sus siguientes compromisos añadirían a la cuenta 33 más cayendo solo en una ocasión. Su trayectoria fue de diez victorias y tres empates, además de ese marcador en contra. En el ‘play off’ dejaron atrás primero al Almería y en la última eliminatoria se cruzaron con el Rayo al que en el ida derrotaron a domicilio por 1-2. Sin embargo, en Montilivi los vallecanos le dieron la vuelta a la situación con un 0-2.

Tanto el Girona como el Mallorca supieron generar buenas rachas que les hicieron crecer en la clasificación, eso mismo lleva buscando Xisco desde hace tiempo. La actual, tras la goleada al Mirandés (4-0), el empate con el Oviedo (3-3) y la victoria con el Lugo, supone la primera vez en todo el campeonato en la que el Huesca agarra siete puntos de nueve. Por delante, ahora le queda un calendario en el que solo ha de cruzarse con dos de los actuales seis primeros. El Almería llegará a El Alcoraz el 3 de abril mientras que en la última jornada tocará visitar al Valladolid. Antes de todo eso, el sábado espera el Ibiza en su campo (16.00). Todo lo que no sea conseguir un buen resultado transformará las cuentas en castillos en el aire.