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Nacho Ambriz encuentra la fórmula para su Huesca
Tras los últimos partidos, el técnico se ha convencido de que los azulgranas dan su mejor versión con un trivote.
"Quería rescatar el equipo de las primeras jornadas y tras el partido del Girona ni lo dudé". Tras varios cambios de nombres y de sistema, Nacho Ambriz tiene clara cuál es la combinación que mejor hace carburar a una SD Huesca que no acaba de alcanzar la velocidad de crucero, la que "convence a todos". El tramo final del 1-3 del sábado en Montilivi le abrió los ojos y, a pesar de que el martes ante el Málaga no se pasó del 0-0, la primera parte completada por los suyos en El Alcoraz afianzó su pensamiento. Ya sabe cómo debe ordenar la sala de máquinas azulgrana, con un trivote, y quiénes deben ser sus componentes preferentes, Seoane, Nwakali y Mikel Rico. Es la opción con la que arrancó el curso, con la que se consiguió derribar de forma consecutiva al Eibar y al Cartagena, en ambos casos por 2-0.
Desde entonces y hasta la visita del Málaga esta variante solo había vuelto a ser usada de inicio una vez más, en el recibimiento al Fuenlabrada, otro 0-0. "He pensado mucho en los primeros partidos y en el primer tiempo se vieron cosas similares a las de entonces, algo que nos tiene que hacer conscientes de cuál deber ser la forma de jugar", comentó tras el careo con los andaluces reconociendo que no debe ser "testarudo" en referencia a su empeño por probar otras posibilidades.
El 4-3-3 por el que vuelve a abogar fue la solución que encontró en pretemporada y en los primeros compases de la liga a la espera de que llegasen refuerzos. Una vez que la plantilla quedó cerrada, ha intentado encajarla dentro de un dibujo con dos centrocampistas y un enlace entre ellos y el delantero, el 4-2-3-1. En once jornadas ha probado en esa zona del campo con cinco combinaciones en las que el único fijo ha sido Seoane. En el lado opuesto se encuentra Salvador, que, aunque está teniendo un papel importante como remiendo en la defensa, es el único mediocentro que aún no ha sido titular.
Después de las dos primeras experiencias con Seoane, Nwakali y Rico, para el viaje a Las Palmas (2-1), en el tercer compromiso del ejercicio, Ambriz optó por dar entrada a Mosquera en detrimento del nigeriano. En la visita del Oviedo (1-2) se estrenó el doble pivote con Escriche por delante de Rico y Seoane. En Lugo (3-2), el ex del Athletic le tuvo que dejar su sitio a Mosquera y con el Fuenlabrada se produjo la primera vuelta a los orígenes.
Tras cuatro partidos sin ganar, para el cruce a domicilio con la Real Sociedad B los escogidos fueron Nwakali, Seoane y Juan Carlos. Se consiguió un 0-2, por lo que repitieron en el tropiezo con el Tenerife (1-2) y ya la semana pasada, en las tablas con el Zaragoza (0-0) y el desplazamiento a Gerona, se reunió a Seoane, Rico y Escriche.
Con el trivote, el Huesca ha desarrollado un juego más fluido en el que con varios jugadores escalonados consigue romper las líneas, algo a lo que también ayuda la movilidad de Escriche en punta. Escoger esta opción deja damnificados. Los más claros, los otros dos delanteros, Pitta y Gaich, apuestas también jóvenes llamadas a marcar las diferencias, pero que aún se están aclimatando a la competición y que como se vio ante el Málaga con el trivote pierden muchas opciones de tener minutos. Gaich salió del banquillo para la última media hora y Pitta se quedó sin jugar.
De cara al encuentro del domingo en Burgos (18.15), Ambriz planea cambios. Habrá que ver si, tras la lesión de Joaquín, afectan al esquema.
