Un año con las gradas de El Alcoraz vacías

Fue una tarde de comunión con el público, de alegría compartida con el compañero de grada por un resultado esperanzador en la que la pandemia comenzaba a asomar sus garras, pero en la que la cotidianidad todavía no había dado un vuelco. Este domingo, coincidiendo con la visita del Celta (14.00), se cumple un año de la última vez que los aficionados pudieron acceder a El Alcoraz. Corría la jornada 31 de Segunda División, era el 7 de marzo de 2020, sábado, y en ella la SD Huesca se impuso al Fuenlabrada por 2-0. Desde entonces se han vivido un ascenso a la élite, un campeonato de liga, el nuevo paso por el feudo azulgrana de equipos como el Real Madrid y el Barcelona, y muchos momentos en los que el aliento de los hinchas altoaragoneses hubiese supuesto un plus para los jugadores y el cuerpo técnico.

Aquel día, en El Alcoraz se congregaron 6.149 espectadores que, después de solo una victoria en los cinco anteriores encuentros, pudieron disfrutar viendo cómo el equipo volvía a latir, especialmente en una más que movida primera parte en la que a los veinte minutos Cristo, que tras abrir el marcador falló un penalti, y Okazaki ya habían logrado el definitivo 2-0. Después, antes del descanso Raba desaprovecharía otra pena máxima y al Fuenlabrada el árbitro Varón Aceitón le anularía un tanto. En el segundo acto el planteamiento fue más conservador para atar tres puntos que mantenían a los de Míchel Sánchez a cinco del ascenso directo.

El fútbol, como todo el deporte y la vida en general, quedaría paralizado a continuación y la competición tardaría en retomarse más de tres meses. El Huesca lo hizo con un 0-2 en Málaga el 12 de junio, antes de volver a El Alcoraz seis días después, ya con las gradas vacías, ante el Mirandés (1-2).

Hasta el parón, la asistencia media que se venía registrando era de 6.338 espectadores, un 83% del aforo, aún a pesar del descenso y del golpe que supuso la Operación Oikos. Los partidos de mayor afluencia habían sido el derbi con el Real Zaragoza (7.202), el tercero dentro del registro histórico tras las visitas unos meses antes en Primera División del Real Madrid (7.341) y el Barcelona (7.343), y los duelos con el Racing (6.659) y el Almería (6.581).

Esas cifras, unidas a otras como las dos mil personas que se habían quedado sin abono por falta de espacio en el verano anterior, junto al regreso a Primera División y al hecho de que el sentimiento azulgrana no haya parado de crecer, como demuestra la constante apertura de nuevas peñas, han hecho que en el club, que cifra en 700.000 euros la cantidad de dinero que ha dejado de ingresar en concepto de pases de temporada y taquilla, se haya estado trabajando permanentemente de cara a la vuelta del público. A este respecto se revisó el proyecto de ampliación del estadio para elevar su capacidad de 7.638 butacas a las 9.128 con las que contará una vez finalicen próximamente las obras en la grada de General.

Además, con la ilusión de que en el tramo final de la temporada se pueda dar paso a aficionados, como expuso esta semana el presidente de La Liga Javier Tebas, aunque sea de forma muy limitada, a finales del mes pasado se puso en marcha la campaña de renovación de abonos, que seguirá vigente hasta el 24 de marzo. La afición hecha de menos a su estadio y éste la espera con los brazos abiertos.