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Cautela económica en la SD Huesca

El director general azulgrana, Josete Ortas, califica la situación económica del club de “aceptable” dentro de un escenario de “prealerta o alerta”.

El director deportivo, Rubén García, y el director general, Josete Ortas.
El director deportivo, Rubén García, y el director general, Josete Ortas.
Radio Huesca

Tras el cierre de un mercado de invierno marcado por una austeridad a la que no ha sido ajena la SD Huesca, con la incorporación del central Vavro como único refuerzo, el club salió este martes a la palestra para exponer y valorar su situación actual. El escenario que dibujaron tanto el director general, Josete Ortas, como el director deportivo, Rubén García, fue de cautela aunque también se quiso reflejar "optimismo e ilusión". Según explicó el primero, los últimos avatares, muy relacionados con la pandemia, han hecho que la salud económica del club pase de "muy buena a aceptable" dentro del contexto de La Liga y situó el nivel de preocupación en "alerta o prealerta".

Sus valoraciones fueron acompañadas de cifras. La falta de ingresos por abono y taquilla han supuesto una pérdida de 700.000 euros, también han dejado de entrar en las arcas más de dos millones de euros en patrocinios y, al igual que en el resto de miembros de La Liga, ésta ha impuesto una quita del 5% a la partida por derechos de televisión de la temporada pasada que se espera que sea similar en la actual. "Aunque estamos trabajando para que no ocurra, el ejercicio se podría cerrar con pérdidas", explicó. Para evitarlo, no se descarta ninguna medida, incluidas las reducciones salariales. "Por encima de todo hay que salvaguardar los intereses del club", fue categórico. "Para una entidad como la nuestra, acabar con un agujero de tres millones de euros nos puede costar mucho tiempo recuperarlo", ejemplificó.

De este modo, aunque al inicio de la temporada se había reservado un margen en el límite salarial por si era necesario recurrir al mercado de invierno, el devenir económico lo menguó. "En los últimos días se ha estado trabajando para ampliarlo y ayer -por el lunes- a las 20.00 La Liga nos autorizó un fichaje", relató aclarando como había sido posible la cesión de Vavro desde el Lazio a pesar de que no se hubiese producido ninguna salida, condición que se había mantenido como indispensable, más allá de la que sí se logró de Nwakali al Alcorcón, para poder firmar cualquier cara nueva.

Dando una visión de futuro más luminosa, recordó que "en los últimos años hemos ahorrado y también hemos invertido mucho, están en marcha la reforma de la tribuna de general y la de las esquinas del estadio y también avanza el proyecto de la Base Aragonesa de Fútbol", recordó. Y a nivel más estrictamente deportivo señaló que tras la última victoria "estamos a un partido de salir de abajo". "Todos trabajamos en la misma dirección y con el mismo objetivo", subrayó dando relevancia también al impulso anímico que ha insuflado en toda la entidad el nuevo entrenador, José Rojo, ‘Pacheta’.

En una línea similar se expresó Rubén García. "Teníamos negociaciones avanzadas, pero en este club prima la estabilidad económica y no se iba a comprometer su viabilidad", afirmó reconociendo que "nos hubiese gustado alguna incorporación más". Así, en cuanto se tuvo el ‘OK’ para un fichaje el objetivo claro fue el de un central. "Lo tenía hablado con el entrenador", reconoció. El porqué de la elección fue que "estamos jugando con tres atrás y teníamos cuatro centrales, si perdemos a uno se queda descompensada la línea".

García entiende que el mercado pueda observarse como "descafeinado", pero tiene claro que no iba a tomar decisiones "de barra de bar" sino "pensando en el equilibrio a medio y largo plazo".

Junto a la negativa de jugadores como Eugeni y Musto a hacer las maletas o la reducción de ingresos, entre otras de las circunstancias que han forzado a abrocharse el cinturón aparecen las rescisiones de contrato de Gürler y Jovanovic. "Todo tiene que ver, pero es algo que en su momento se pudo hacer", manifestó el responsable deportivo.

A este respecto, Ortas descartó que la Oikos estuviese influyendo y recordó la drástica reducción general de gasto durante el mercado recién cerrado, "de 120 a 18 millones". "Cuando hay una gran operación los equipos pequeños nos alegramos porque sabemos que algo nos va a caer, pero ahora no hay dinero en el mercado", lamentó.

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