Míchel se despide de la plantilla tras su destitución

Míchel Sánchez quiso despedirse y tener un encuentro con los que hasta el lunes por la noche fueron sus jugadores y para ello el ya extécnico de la SD Huesca se acercó al mediodía a El Alcoraz donde el equipo se ejercitó a las órdenes de Adrián Sipán. El técnico del club, que se venía encargando de los análisis de los rivales, dirigió una sesión de recuperación habitual en los días posteriores a los partidos, como era el caso tras la derrota con el Betis por 0-2, en la que los titulares se ejercitaron a menor ritmo

Fue una matinal difícil. No en vano el equipo siempre se había manifestado a favor del que era su entrenador. “Estamos a muerte con él”, habían coincidido en sus palabras a este respecto la semana pasada dos de los capitanes, Jorge Pulido y Mikel Rico. “Vemos la manera de trabajar, la manera de plantear los partidos y estamos a muerte, no porque vivamos bien o porque les tengamos cariño, que se lo tenemos porque hemos vivido cosas buenas con ellos, sino porque creemos en lo que hacen y en que eso es la base para salir de abajo”, había expuesto el medio vasco haciendo extensible el apoyo a todo el cuerpo técnico.

También en las oficinas de El Alcoraz la decisión de su despido fue “complicada” como se señaló en el comunicado con el que se hizo oficial. Su forma de ser y de trabajar habían calado en la temporada y media en la que ha sido el responsable del primer equipo azulgrana. Se sentía agradecimiento hacia él por mantener su palabra y atreverse a firmar durante los tormentosos momentos del inicio de la Operación Oikos y se tenía fe en que sus métodos, con los que se logró el regreso a Primera División y el título de liga de Segunda, eran los adecuados. Por ello, se le mantuvo en el cargo hasta que los resultados (el equipo marcha colista a seis puntos de la salvación con solo una victoria en 18 jornadas) hicieron insostenible su continuidad.

Con él marchan también su ayudante Salva Funez y el preparador físico David Porcel. Quedan Sipán, el también analista Alberto de la Fuente, el preparador de porteros Adrián Mallén y el readaptador Jordi Carracedo.

Porcel, figura clave durante el confinamiento para que los jugadores mantuviesen el tono físico, quiso despedirse de la entidad y la afición a través de un comunicado en sus redes sociales. “Llego el final de nuestra etapa en Huesca, un club y una ciudad que nos acogieron desde el primer día y nos hicieron sentir como unos oscenses más”, encabeza un escrito que viene acompañado de una fotografía en la que todo el cuerpo técnico posa con la copa de campeones de Segunda División tomada en El Molinón justo después de lograr el título. “Me voy triste por no haber conseguido el objetivo, pero también tranquilo por haberlo dado todo hasta el final. Sobre todo me voy orgulloso de lo conseguido la temporada pasada”, recalca. Además se muestra agradecido “de corazón” con los miembros del club y la afición y en especial con los jugadores y el resto de sus compañeros de la parcela técnica, “trabajar a vuestro lado me ha hecho crecer como profesional, entre todos hacéis grande a la SD Huesca”. “Siempre me quedará la espinita de no haber podido disfrutar este año con las gradas de El Alcoraz llenas”, se define el que a partir de ahora será “un aficionado que nunca va a reblar”.

El objetivo en estos momentos se centra en encontrar un nuevo técnico. La opción de Asier Garitano, que tras la destitución aparecía como la mejor posicionada, ha perdido fuerza en las últimas horas. El siguiente partido de la SD Huesca, la visita al Getafe, no se producirá hasta el 20 de enero. Hay tiempo, pero se quiere que el nuevo inquilino del banquillo llegué cuanto antes para que lo pueda aprovechar para conocer bien la plantilla.