Asier Garitano apunta al banquillo de la SD Huesca

En las próximas horas la SD Huesca tendrá nuevo entrenador tras la destitución de Míchel Sánchez en la pasada medianoche desencadenada por la derrota por 0-2 ante el Betis. Varios son los candidatos que desde el club se han ido manejando en los últimos días en previsión de que se acabase decidiendo el relevo en el banquillo. Asier Garitano, vasco de 51 años con experiencia en Primera División y en la dirección de equipos cuyo objetivo es la permanencia, es de los mejor colocados, aunque no el único. Otras opciones que se ha estudiado han sido las de Rubi y Pacheta.

Su misión, sea él u otro el elegido, será no en vano esa, lograr que los azulgranas alarguen al menos un curso más la que está siendo su segunda experiencia en la élite. Lo tiene complicado, pero no imposible. A falta de una jornada para el final de la primera vuelta, los de El Alcoraz son los colistas a seis puntos de la salvación con solo una victoria, aderezada de nueve empates y castigada por ocho derrotas, las tres últimas consecutivas. El primer paso será elevar la moral de un grupo saturado de pelear sin encontrar éxitos.

Garitano, natural de Vergara (Guipúzcoa), fue un futbolista que compitió a caballo entre Segunda y Segunda B en la década de los 90. Del filial del Athletic pasó al Eibar y después al Cartagena, el Cádiz, el Gavá, el Racing de Ferrol, el Burgos y el Alicante. Allí colgó las botas y tomó el silbato, primero ejerciendo como ayudante, coincidiendo con Bordalás, actual responsable del Getafe, próximo rival del Huesca, y después cogiendo el mando. Fueron solo tres partidos en la 2008-09 en Segunda División. Su siguiente destino fue el Castellón, también como segundo de abordo, aunque acabaría asumiendo la jefatura del banquillo y de ahí siguió su periplo por el Levante desembarcando en el Orihuelo y el Alcoyano.

Sus principales éxitos, y lo que le granjeó la fama como entrenador, los obtuvo con el Leganés. Firmó con los pepineros cuando estos militaban en Segunda B y con ellos ascendió hasta Primera División coincidiendo con dos de los actuales integrantes del vestuario del Huesca, Insua y Siovas. Sus siguientes experiencias fueron menos positivas. Hace dos campañas fue destituido en la Real Sociedad tras 17 jornadas y lo mismo le ocurrió en la pasada en el Alavés a falta de tres encuentros.

A Garitano se le valora por su cercanía y firmeza, y por un estilo de juego directo, justo por el que acabó apostando en su último encuentro Míchel, más amante de la elaboración y el manejo del balón. Su esquema de cabecera es el 4-4-2.

La eliminación copera del jueves pasado a manos del Alcoyano facilita que el nuevo responsable del primer equipo altoaragonés vaya a contar con más días de lo habitual para conocer a la plantilla sin las prisas que la competición imprime. La visita al Getafe no se producirá hasta el miércoles de la semana que viene (19.00).