Sandro y Seoane, cara y cruz del empate de la SD Huesca ante el Valladolid

Siguiendo el discurso marcado por su entrenador, Míchel Sánchez, también los encargados de ejercer como portavoces del vestuario de la SD Huesca tras el empate con el Valladolid se mostraron insatisfechos. Así lo manifestaron tanto Sandro Ramírez como Jaime Seoane, dos jugadores que ejemplificaron la cara y la cruz en la tarde del domingo en El Alcoraz. El primer debutó como azulgrana saliendo desde el banquillo en sustitución de Ontiveros en el minuto 56 y a los pocos segundos festejó el que acabaría siendo el definitivo 2-2. Previamente, el segundo, que volvía a la titularidad debido al positivo por covid-19 de Mikel Rico, había cometido un penalti evitable que en ese momento supuso el 0-2 y ver la posibilidad de al menos puntuar como algo muy lejano.

“El equipo ha hecho un trabajo muy bueno desde el principio hasta el final, hemos dominado todas las fases del juego, hemos tenido una reacción muy buena para seguir apretando y teniendo ocasiones, y hemos merecido mucho más con el palo de Siovas y la última jugada de Rafa Mir”, resumió Sandro el duelo enmarcado en la sexta jornada de Primera División recalcando que “lo hemos dado todo”.

En términos similares se expresó Seoane: “Hemos dominado durante 90 minutos, hemos generado muchas ocasiones para hacer más goles y al final por un córner y un fallo que he cometido se no han ido los tres puntos”. El madrileño aseguró haberse sentido “cómodo” durante todo el partido, “como todos al haber dominado tanto”, aunque también reconoció estar dolido “por haber cometido el penalti”.

Acerca de su estreno con el Huesca, Sandro destacó que para él había sido “muy importante debutar con gol”. “Seguiré trabajando con humildad y con goles para agradecer la confianza depositada en mí”, prometió.

Ahora, ambos piensan en el próximo compromiso, la visita a la Real Sociedad, el domingo a las 21.00. Después, esperará el Real Madrid en Valdebebas.