SD HUESCA
La SD Huesca, ante un mar de dudas
El conjunto azulgrana debe reaccionar en Montilivi ante el Girona si quiere seguir en la pelea por uno de los puestos de ascenso directo.
La SD Huesca vive uno de los peores momentos de la temporada tras la derrota sufrida contra la SD Ponferradina (3-1). Sin embargo, Míchel y los suyos se muestran fieles al trabajo realizado en el día a día aunque son conscientes de que la imagen mostrada en El Toralín no debe repetirse bajo ninguna excepción. Un estilo de juego erróneo, un sistema ineficaz e incluso el carácter insuficiente son algunos de los motivos por los que se acusa al equipo de su incapacidad en cada una de las visitas que realiza, pero no son los únicos si se tiene en cuenta la extensión de la plantilla y variedad de jugadores con los que cuenta el cuerpo técnico. Un cúmulo de incertidumbres que están influyendo con el paso de las semanas.
El mercado de fichajes sirvió para reducir el número de efectivos con el objetivo de sacar un mayor rendimiento a los habituales. Sin embargo, 2020 ha comenzado de forma sorprendente e inesperada para jugadores como Juan Carlos o Dani Raba, quienes han perdido la oportunidad de partir de inicio en la mayoría de partidos disputados. Únicamente contra el CD Tenerife (2-1) y ante la Cultural Leonesa en Copa del Rey (2-1) respectivamente ha sido posible verles como titulares, una clara muestra de que ni su rendimiento ni las sensaciones han alcanzado el nivel suficiente para recuperar cierto protagonismo. Y no es para menos, pues Eugeni, David Ferreiro y Sergio Gómez se han encargado de ocupar su hueco en la medida de lo posible.
Por otro lado, el cambio de decisiones de Míchel tampoco ha logrado el resultado que esperaba, y es que tanto en El Alcoraz como fuera ha perdido gran parte de la profundidad y ritmo que atesoraba con anterioridad. Un claro ejemplo es el último duelo, en el que a los oscenses les costó más de 45 minutos generar su primera ocasión de gol a pesar de haber vuelto a ganar la partida de la posesión de balón. No fue suficiente y tampoco lo ha sido en otros duelos como el de Oviedo (1-1) o Elche (1-1), donde se presenció un conjunto al que ni el marcador a favor le hizo mantener su personalidad para lograr la victoria.
En base a ello, la incertidumbre deportiva también ha alcanzado a la intensidad, cuestionada por la escasa capacidad de reacción que sufre lejos de su estadio. Semanas atrás pudo verse cómo el conjunto azulgrana era capaz de remontar hasta en dos ocasiones consecutivas, no así en su versión a domicilio con la que habitualmente sucumbe de forma contundente ejerce de rival inferior. Una diferencia tan grande que pesa en cuanto a resultados, pues la inseguridad le ha llevado a no dar un paso adelante por los puestos de ascenso directo. Este sábado tiene una nueva oportunidad en Montilivi, donde le espera el Girona, uno de los mejores locales de la liga.
Si algo caracteriza a la plantilla de la SD Huesca es la calidad con la que cuenta tanto individual como colectivamente, tal y como ya han expresado diferentes entrenadores de Segunda División. Sin embargo, la irregularidad le está llevando a un mar de dudas que impiden el constante crecimiento del equipo y el aprovechamiento de su potencial. Con mucha liga por delante y en una posición privilegiada como es ir 4º con 43 puntos, Míchel tiene por delante un laborioso trabajo para encajar las piezas del puzzle y enchufar a todos de una vez por todas. De ello dependerá la consecución de unos objetivos exigentes y al alcance de muy pocos.
Josué Sá, lesionado
Tras las pruebas médicas realizadas, el club altoaragonés ha confirmado que al central portugués se le ha detectado una lesión muscular en el vasto externo del cuádriceps izquierdo. El tiempo de recuperación dependerá de su evolución, por lo que Pablo Insua o Toni Datkovic serán quienes acompañen a Pulido en la defensa durante el choque del próximo sábado.
