Un pequeño paso en la clasificación, pero un gran espaldarazo en lo moral. La victoria sobre el Eibar del martes de la SD Huesca (2-0) unida a la derrota del Rayo este jueves con el Sevilla (5-0) han hecho posible que los oscenses dejen de ser el farolillo rojo de la Primera División. Esa posición en la que nadie quiere estar, la habían ocupado los azulgranas, que ahora son los 19º, durante las 26 jornadas anteriores.

Más allá de lo que dicte la tabla, dado que el puesto realmente importante será el que se ostente cuando se acabe la Liga el 19 de mayo, lo verdaderamente importante tras la jornada 34 son los dos puntos que el conjunto de Francisco ha logrado recortar respecto a la permanencia. Si tras empatar el sábado de la semana pasada con el Rayo la brecha era de ocho, ahora es de seis. El primer conjunto que se salvaría sería el Valladolid, con 35 puntos. Después, 34 tiene el Girona, con 29 se queda el Huesca y con 28, el Rayo.

La siguiente estación en la temporada arrancará el sábado. En ella, además del Villarreal-Huesca, entre los conjuntos que siguen pugnando por no perder la categoría, el Celta visita al Leganés y el Levante, al Barcelona, mientras que el Girona recibe al Sevilla y el Rayo, al Real Madrid.

La SD Huesca tocó el fondo por primera vez en la sexta jornada después de caer ante el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano, y recuperó pie con el empate del domingo siguiente con el Girona en El Alcoraz. La derrota de Valladolid, además de precipitar el cese de Leo Franco, volvió a hundir a los oscenses en el último lugar hasta ahora.

Además de los altoaragoneses, también han sido colistas el Rayo, en las jornadas 2, 3 y 34, el Leganés (4, 5 y 7), y el Alavés, en la inauguración del curso.