SD Huesca

Un notable que sabe a poco

Los azulgranas volvieron a demostrar fe en sus posibilidades y buen juego. Sin embargo, no están siendo capaces de traducir sus virtudes en puntos

Imágenes del Levante-Huesca.
Imágenes del Levante-Huesca.
Efe

A estas alturas de la temporada y en la situación en la que se encuentra, la SD Huesca necesita avanzar a base de saltos, pero en cambio tan solo está dando pasitos. Los empates, si el resto de implicados en la pelea por la salvación no suman, pueden servir para mantener viva la llama de la esperanza, pero tener que estar permanentemente mirando lo que hacen los demás no vaticina nada bueno. Tanto con el Celta como este domingo con el Levante, dos conjuntos agobiados ante la perspectiva de caer a Segunda División, no se perdió, pero tampoco se ganó, cuando el propio entrenador había marcado como único resultado válido el triunfo.

Aún así, poco se les puede reprochar a los jugadores. Sobre el terreno de juego los azulgranas se han dejado todo tanto con los granotas como con los gallegos y en el Bernabéu, en el que se rozaron unas tablas que sí hubiesen tenido regusto a tres puntos. Han tenido que superar momentos muy complicados, pero a veces sacar un notable no es suficiente para aprobar. El listón de los altoaragonses se ha situado en el sobresaliente.

En el Ciudad de Valencia, Francisco volvió a demostrar tener cintura. Su planteamiento inicial con Cucho, Chimy y Enric Gallego en punta no cuajó durante la primera parte. En el inicio de la segunda, en la que se arrancó ya en desventaja, Ferreiro ocupó el puesto del colombiano y posteriormente Herrera dejó su sitio a Juanpi. Ambos cambios fueron un acierto en el día en el que los altoaragoneses abandonaron el esquema de tres centrales para situar a cuatro defensas atrás.

Si en el primer acto de un choque al que los dos contendientes llegaban con hambre atroz, fueron los locales los que arrinconaron a los visitantes. En el segundo el panorama cambió. Los oscenses atosigaron a sus rivales bombardeando el área con balones para Gallego. El delantero catalán firmó el 1-1 tras una falta puesta por Juanpi, pero a continuación se señalizó un penalti de Mantovani a Morales que el propio granota tradujo en el 2-1. Sin tiempo para reponerse, otro lanzamiento a balón parado del internacional venezolano acabó en Chimy Ávila que festejó el 2-2. Todo en seis minutos y con más de veinte por delante. A partir de ahí el grifo de los goles se cerró. Gallego estrelló el balón en la madera y también la tuvieron Juanpi y Ferreiro.

La sensación final, como tantas otras veces, es que el Huesca mereció más. Eso sí, lo mereció una vez recibido el primer golpe. A excepción de con el Real Madrid, a los azulgranas les ha costado entrar de lleno en los partidos en sus últimas citas. Tener que correr hacia arriba les estimula, aunque también les dificulta el llegar a buen puerto.

A este respecto, el sábado desembarcará en El Alcoraz el Barcelona. Las cuentas y Francisco dictan que hay que capturar todos los puntos en juego. 

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