Ocho años... y punto

Este lunes se cumplen ocho años de la compra del Real Zaragoza por Agapito Iglesias: el tiempo más oscuro de la historia del club.

Manifestación de rechazo a Agapito Iglesias, propietario del Real Zaragoza
Ocho años... y punto

26 de mayo de 2006. Alfonso Soláns, Emilio Garcés y Agapito Iglesias cierran la operación de venta del Real Zaragoza.El proyecto, que había tomado forma una semanas antes, se resuelve envuelto ya en claroscuros desde su mismo arranque: con la sospecha -confirmada sin rubor con posterioridad- de la intervención del Gobierno de Aragón, que apartó en unos días de la entidad al empresario taustano Emilio Garcés, el promotor principal de la operación de compra.


26 de mayo de 2014. Justo ocho años después, con un Real Zaragoza desprestigiado en lo deportivo y en lo institucional, con una gravísima crisis económica y una impresionante fractura social, Agapito Iglesias afronta una salida inmediata. Su adiós es ya una cuestión de días, de horas. Todo está allanado para poner fin al tiempo más oscuro de la historia del equipo aragonés.


El grupo de empresarios que tiene en Mariano Casasnovas a su cabeza visible ha tomado de forma definitiva la delantera para cerrar un acuerdo al que Agapito ha dado el ‘sí quiero’. Con la dificultad que entraña prever los movimientos del soriano, todo hace indicar que serán los que tomen un comprometido relevo, jalonado por mil obstáculos y con retos de enorme complicación.


Seguramente, en el ranking de deseos del constructor, no era esta alternativa que barajaba como primera opción. Ha intentado hasta el último momento cerrar un acuerdo con la empresa rusa Zolotaya Zvezda, con clarísima voluntad de desembarcar en el fútbol europeo.


Lo intentó en el Valencia, de la mano de Javier Subirats, aunque no logró su propósito; y ha acercado las posturas con Agapito Iglesias. Pero no es el Real Zaragoza una prioridad para este capital ruso. Se trata sólo de una opción más de entre las que barajan. Y únicamente otros descartes permitirían la llegada de estos inversores.


Necesitan tiempo, que es lo que no tiene Agapito Iglesias. La Liga de Fútbol Profesional ha sido clara: una inmediata operación de venta para evitar el descenso administrativo a Segunda B. Que es lo que se va a completar.


Otro flanco en las negociaciones llevadas a cabo para la compra era la posibilidad de introducir la nave de Decathlon: el Real Zaragoza iría incluido en una oferta de esta operación de venta, que podría resultar muy atractiva a posibles empresarios extranjeros. Es la puerta que ha mantenido abierta hasta el final la mano derecha de Agapito Iglesias, Javier Bazaco. Esta línea ha sido la más trabajada por Javier Láinez.


Y ha habido quien no descarta la liquidación: el cierre de la entidad por la falta de pago, el inicio de un tiempo nuevo desde la Segunda B, sin tener que afrontar el desembolso de la carga que deja la terrible gestión de Agapito Iglesias. El proceso incluiría la compra de la marca ‘Real Zaragoza’, el nombre que saldría a subasta como el resto de los valores del club. Y, desde ahí, iniciar en serio la reconstrucción de lo que Agapito Iglesias, bajo el amparo y el respaldo inicial del Gobierno de Marcelino Iglesias, ha dilapidado.


La opción de Casasnovas es la que ha cobrado velocidad. La que acabará con el oscuro tiempo de Agapito Iglesias. Ocho años. Y punto.