Zaragoza Real Estate, la sociedad inmobiliaria filial del Real Zaragoza en el entramado empresarial creado por Agapito Iglesias, dispone de 900 euros ingresados en una cuenta, según los datos facilitados hace unos días a los acreedores del concurso en el que está inmersa la sociedad. Zaragoza Real Estate, que en la actualidad se encuentra en proceso de liquidación, era la empresa creada por el propietario del Real Zaragoza para gestionar entre otras cosas la construcción de un bloque de pisos en la pastilla donde se encuentran ubicadas las oficinas del club. El enorme desgaste económico que ha sufrido el Real Zaragoza y la madeja tejida en torno al club se pone de relieve en los paupérrimos números de una sociedad que llegó a manejar millones de euros.

Zaragoza Real Estate ha llegado a ser investigada por la Fiscalía Anticorrupción, en una operación que se ha desarrollado de forma paralela –aunque en principio sin que tenga nada que ver- con la que se ha puesto en marcha en torno a Plaza. Los vasos comunicantes entre la entidad deportiva y la Plataforma Logística han sido muy claros, aunque no parece que existe una relación entre las iniciativas llevadas por la Fiscalía Anticorrupción, por más que también se hayan desarrollado en un periodo de tiempo muy similar.

La fiscalía solicitó en julio pasado los balances de la sociedad –no del Real Zaragoza- correspondientes al año 2011. La información fue remitida por el Juzgado Mercantil número 2 de Zaragoza.

La cantidad meramente testimonial con la que cuenta la sociedad Zaragoza Real Estate es un reflejo de lo que ha sido la gestión de Agapito Iglesias y del entramado de sociedades tejido en torno a la entidad blanquilla. El propio Real Zaragoza intenta salir adelante tras afrontar un concurso de acreedores y asumir un convenio que va resolviendo con enorme dificultad.

El club, que no cuenta ya ni con patrocinio en la camiseta, tras la reciente salida de Proniño –una fundación de Telefónica-, no es capaz de hacer frente al pago del aval del Gobierno de Aragón –que el Ejecutivo paga a Ibercaja por exigencia de Banco de España-, afronta con retraso los salarios de los futbolistas y ha de emprender larguísimos viajes en autobús –como ocurrió en el viaje a La Coruña- porque ni las agencias les facilitan los viajes ni la entidad es capaz de afrontar los pagos.

A pesar de que el descenso a Segunda División suponía un paréntesis en el pago de las cantidades estipuladas en el convenio, la pérdida de ingresos de televisión y el descenso del número de abonados –con precios además más baratos- han agravado la delicada situación del Real Zaragoza.

Por más que se trate de una sociedad en liquidación, los 900 euros en la cuenta de Zaragoza Real Estate –llamada a ser una gran empresa inmobiliaria vinculada a proyectos ligados al equipo de fútbol, incluso la construcción de un estadio-, contribuye a hacerse una idea de la decadencia que ha sufrido el Real Zaragoza y su entorno desde la llegada, de la mano del Gobierno de Aragón de Marcelino Iglesias, del actual propietario Agapito Iglesias.