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La insólita situación en el Real Zaragoza: cuatro porteros para Víctor Fernández

Ante la recuperación de Cristian Álvarez, un día más en el entrenamiento del grupo, el técnico deberá descartar a un guardameta del cuarteto del primer equipo para el partido contra el Elche.

Dani Rebollo, en primer plano junto al veterano Cristian Álvarez, en un entrenamiento anterior a la llegada del tercer guardameta del Real Zaragoza, Poussin.
Rebollo y Cristian Álvarez, en un entrenamiento
Guillermo Mestre

Sigue acumulando entrenamientos de calidad Cristian Álvarez dentro del programa general de porteros. Un día más, el argentino ha trabajado con normalidad, bajo la dirección del preparador especialista Mikel Insausti, por lo que su regreso está ya a punto de caramelo. La vuelta de Cristian lo pone ya en el grupo de futbolistas disponibles para competir, por lo que queda en manos de Víctor Fernández la decisión de hacerlo volver a la convocatoria y en qué papel, posiblemente ya para el duelo del fin de semana contra el Elche en La Romareda. En la sesión de este miércoles, además de Cristian un día más con el grupo, al igual que Nieto, ha destacado la ausencia de Germán Valera por unos problemas estomacales. Los lesionados Francho, Mollejo y Guti han trabajado en el gimnasio. 

Víctor Fernández debe lidiar con una situación compleja e insólita en un equipo profesional que propició el cierre del mercado de enero pasado con el fichaje de Edgar Badía y la incapacidad del club para encontrarle una solución de salida a Gaetan Poussin: el Zaragoza tiene cuatro porteros en su primer equipo. Un cuadro excepcional que, hasta ahora, debido a la baja médica de Cristian Álvarez, no ha requerido la intervención del entrenador. Pero el argentino se acerca a la hora de volver. Así que Víctor Fernández deberá decidir cuál de los cuatro porteros de la plantilla se queda fuera de la convocatoria.

Hace un par de meses, antes de la última lesión de Cristian Álvarez, todavía con Julio Velázquez en el equipo, el descartado fue Dani Rebollo. Contra Eibar, Cartagena y Villarreal B; la titularidad la mantuvo Edgar Badía, con Cristian y Poussin en la suplencia. Por primera vez, Víctor Fernández deberá abordar este escenario de cuatro porteros, aunque todo apunta a que la configuración de las jerarquías en la portería seguirá esa línea. 

Cristian Álvarez es un emblema del Zaragoza actual. Un portero con una significación popular y un carisma que trasciende lo deportivo, un rendimiento a lo largo de los últimos años como indudable guardián del equipo. Su temporada le ha impedido tener ese papel protagonista debido a lesiones encadenadas, recaídas, y otras complicaciones. Situación que provocó el fichaje urgente de Badía, cedido por Elche, tan pronto como se abrió el mercado invernal de traspasos. Desde entonces, el catalán es fijo, con un rendimiento sobresaliente en sus primeros días, aunque en las últimas semanas, con la excepción del partido contra el Tenerife, su índice de paradas ha decaído algo.

Para Víctor, Badía está siendo indiscutible. Ahora, asoma la competencia revitalizada de Cristian, capitán con quien el técnico vivió un cierto distanciamiento en el regreso a la competición en la temporada 19-20 paralizada por la pandemia y en la que el Zaragoza derramó el ascenso a Primera División.

Lo normal es que Badía permanezca titular en la portería, mientras Cristian ejerce presión en el día a día y en la dinámica de la competencia interna, suplente y a la espera de su turno, si llega. Poussin, por su parte, se perfila como el tercero en discordia y complemento de las convocatorias. Mientras Rebollo, ve así complicada su continuidad en ellas. Cuatro porteros al servicio de Víctor, un asunto tan extraordinario como delicado en la gestión del vestuario fruto de una planificación y diseño fallidos en la posición.

La complicada temporada de Cristian

Cristian Álvarez, entre recaídas, regresos forzados, complicaciones y dolencias encadenadas, lleva desde finales de octubre fuera del equipo. Después de recuperar una lesión en la musculatura isquiotibial de su pierna izquierda, producida en Andorra y agravada tras forzar su vuelta para jugar contra el Eibar en La Romareda -ese día cumplió los requisitos de partidos y minutos para renovar una temporada más-, volvió a lesionarse a finales de febrero.

 “El jugador Cristian Álvarez, que sufrió un pinchazo en la pantorrilla de su pierna derecha al final de la sesión de entrenamiento del pasado domingo fue sometido en la tarde de ayer a pruebas radiológicas que objetivan una lesión a nivel del músculo sóleo. El jugador queda pendiente de evolución", decía, entonces, el parte médico oficial del club.

El guardameta argentina lleva dos semanas de puesta a punto progresiva con el grupo, incrementando cargas de modo paulatino.

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