Dos partidos en las tres semanas de trabajo y exposición de conceptos lleva Víctor Fernández en su misión de rescate del Real Zaragoza en los que ya ha establecido algunos fundamentos, líneas básicas y detalles tácticos a los que el técnico quiere dar continuidad. La repetición, la insistencia y la asimilación como vías hacia la mejora del juego y la capacidad competitiva. Esa es su receta. Por ello, no se esperan grandes modificaciones en su plan para el partido contra el Tenerife del próximo domingo en La Romareda. Lo primero, porque el caudal de bajas que sufre el equipo apenas permite cintura al técnico para varias postulados o nombres de confianza. Y lo segundo, porque el entrenador aragonés desea consolidar esas ideas, invertir ahora, para recoger en el futuro.

Las bases instaladas en los partidos contra Espanyol y Mirandés marcan las pautas sobre las que Víctor Fernández trabaja, desde ayer, en la preparación del choque contra el cuadro canario. El técnico seguirá sufriendo bajas de jugadores que pudo alinear en su primer encuentro. Mollejo y Francho Serrano, titulares contra el Espanyol, aunque ausentes en Miranda, seguirán estando fuera de servicio por sendas lesiones. Al menos, respecto al empate en tierras burgalesas, el preparador zaragozano recupera a Alejandro Francés.

El central canterano se integrará hoy a la disciplina de entrenamiento del Zaragoza tras regresar ayer a la capital aragonesa después de su concentración con la selección española sub 21 de Santi Denia. Francés, además, aprovechó esa ausencia forzosa por los compromisos internacionales para cumplir ciclo de tarjetas amarillas. Será la novedad del once de Víctor contra el Tenerife. Todo apunta a que la única.

Aunque el técnico, en un intento por elevar las posibilidades ofensivas del equipo después de dos jornadas sin poder marcar un solo gol bajo su tutela podría incluir en la formación a un segundo delantero, en la figura de Iván Azón; a estas alturas de la semana, el Real Zaragoza se cocina sobre el 4-2-3-1 con el que Víctor Fernández intenta reactivar el rendimiento. Así las cosas, con Edgar Badía como pieza fija entre los palos, la defensas tendrá en Alejandro Francés su novedad, como pareja de Jair Amador. Lluis López, titular contra el Mirandés, regresará así al banquillo de los suplentes. Santiago Mouriño, la gran apuesta de Víctor para el lateral derecho y nota más singular de sus planes tácticos en sus primeros partidos, permanecería así ladeado al lateral derecho. En el costado opuesto defensivo, Quentin Lecoeuche mantendrá el puesto.

Ante la ausencia de Francho Serrano, la mezcla de Víctor para el doble pivote parece clara: Marc Aguado y Toni Moya repetirán. El entrenador, además, los elogió tras el partido contra el Mirandés como uno de los aspectos más destacados del juego del Real Zaragoza en Anduva. Públicamente, al menos, el técnico se mostró muy satisfecho con el juego hilvanado por esta pareja en la sala de máquinas. Por delante de ellos, Maikel Mesa conservará su plaza en la mediapunta. A Víctor Fernández le gustaría un mayor compromiso colectivo suyo a la hora de fabricar juego, pero su capacidad para la llegadas, intuir los puntos de remate y pisar área rival le dan plaza fija en un equipo sin gol ni remate.

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En los flancos ofensivos, Víctor tampoco maneja dudas mayores. Adrián Liso, elogiado también por el entrenador tras el partido contra el Mirandés como principal argumento ofensivo del Real Zaragoza, se ganó la continuidad. En la derecha, Germán Valera se perfila, de nuevo, como extremo derecho. Y arriba, como delantero centro y hombre más avanzado, la idea es seguir dándole peso en el equipo a Sinan Bakis para acelerar su puesta a punto, de mejorarle las piernas y los pulmones en su acercamiento a su mejor nivel. También para ensancharle la confianza, tenerlo en el campo en busca de ese primer gol que se le resiste durante toda la campaña.