¿Qué pasará con los abonados del Zaragoza durante las obras? Esto es lo que hicieron en otros clubes

El club aún no ha aclarado si reducirá su número de socios. En la mayoría de los casos, los equipos han podido reubicarlos en otras zonas durante las obras.

El Santiago Bernabéu de Madrid acogerá un partido oficial de la NFL en el año 2025
Imagen del Bernabéu tras su reforma, con el techo cerrado.
EFE

Muchos clubes españoles se han embarcado en los últimos años en reformas de sus estadios. Se trata de un proceso que levanta mucha expectación e ilusión entre los aficionados, que por lo general ansían ver mejoras en el coliseo en el que juega su equipo. Sin embargo, las obras generan molestias y son todo un quebradero de cabeza para ellos y, sobre todo, para los clubes, que tienen que tratar de minimizar las afecciones a sus socios.

El Real Zaragoza se enfrenta desde la próxima temporada a la reforma de La Romareda. El aforo del estadio municipal se reducirá en varios miles de asientos, lo que obliga al club a reubicar a parte de su afición. ¿Se podrán mantener los 28.882 abonados? Parece complicado, teniendo en cuenta que el aforo se reducirá en varios miles de asientos. ¿Cuántos habrá que reducir? ¿Qué criterios se usarán para reubicar a quienes tengan su zona en obras o para 'quitar' el carnet a los socios que no quepan? Son preguntas que aún no tienen respuesta por parte del club, a pesar de que apenas quedan tres meses para que se abra la campaña de abonados. La reforma de un estadio es un proceso en ocasiones tortuoso que, en otros clubes, se ha afrontado de maneras distintas.

Algunos optaron por la solución más sencilla, que es trasladar el estadio a otra parte de la ciudad. Fue lo que hizo el Atlético de Madrid, que se trasladó del Vicente Calderón al Metropolitano, a 16 kilómetros de distancia. Con esto se evitaron las afecciones durante las obras, aunque se perdió el encanto del viejo Manzanares. A cambio, el club ganó un moderno estadio cinco estrellas. En Zaragoza también ha habido proyectos para sacar del centro el estadio del Real Zaragoza, pero finalmente la Romareda no se mueve.

El presidente del Atlético Enrique Cerezo
El presidente del Atlético Enrique Cerezo, presenta el proyecto del Metropolitano
AFP

El Fútbol Club Barcelona no ha cambiado la ubicación del nuevo Camp Nou, pero también tomó una decisión radical para favorecer las obras: el equipo se ha trasladado al estadio olímpico de Montjuic, donde está jugando esta temporada. Los socios se han visto seriamente afectados. El aforo se ha reducido a unos 49.000 asientos, menos de la mitad de lo que tenía el Camp Nou. En el nuevo estadio se reservaron 27.000 asientos para los más de 80.000 abonados que tenía. Sin embargo, solo 16.000 se sacaron el carnet en el estadio provisional. La asistencia está siendo escasa, salvo en partidos puntuales, y con poco ambiente en las gradas.

La otra gran reforma ha sido la del Bernabéu, a punto de acabar. Pese a ser una obra de gran calado, no ha tenido grandes afecciones para los socios. La pandemia jugó a favor del equipo blanco, ya que cuando las grúas comenzaron a aparecer por Concha Espina el fútbol se paralizó por la covid-19. En los meses posteriores de fútbol sin público en las gradas, el Real Madrid se trasladó durante año y medio al Alfredo Di Stéfano de su ciudad deportiva, lo que permitió que las obras en el Bernabéu se aceleraran.

La pasada temporada, el club pidió jugar fuera de casa las tres primeras jornadas para poder dar otro ‘arreón’ a las obras en el verano. Los socios a los que les han ido afectando los trabajos se han reubicado en otras partes del estadio. Algunos de ellos se vieron perjudicados, ya que pasaron de estar cerca del césped a ver los partidos desde el cuarto anfiteatro. Para ellos, eso sí, hubo descuentos notables en el precio de los abonos.

Osasuna también ha acometido una importante reforma de El Sadar. No tan potente como la de La Romareda, ya que no incluyó demoliciones, pero el lavado de cara y ampliación del viejo estadio rojillo ha sido notable. En este caso, el equipo navarro también se vio beneficiado por la pandemia, ya que el grueso de las obras coincidió con la etapa de restricciones de aforo en los estadios, lo que le permitió no tener que reducir su número de abonados. Eso sí, algunos de ellos han tenido que cambiar de localidad por la distintas organización de las butacas en el nuevo estadio.

En el caso de la Real Sociedad, la reforma de Anoeta permitió eliminar la pista de atletismo y modernizar el estadio. Las obras exigieron que 5.200 socios se tuvieran que reubicar en otras partes del estadio. Los años de antigüedad y la asistencia a los partidos los años anteriores fueron los factores que se tuvieron en cuenta para que pudieran elegir su nuevo asiento.

El Ahletic de Bilbao cambió del viejo al nuevo San Mamés hace una década, en un proceso que fue menos traumático de lo esperado para los socios. Como se ganó espacio en los terrenos anexos, el nuevo coliseo se fue construyendo mientras se seguía jugando en el antiguo. Se estrenó con las gradas aún al 75%, pero fue suficiente para dar cabida a los 36.000 socios que tenía en esos momentos.

El Deportivo de La Coruña, el Mallorca, el Rayo Vallecano, el Celta de Vigo, el Villarreal, el Levante… Los estadios de todos estos equipos también han recibido un lavado de cara en los últimos años, sin demasiados traumas para sus socios. En algunos casos, algunos socios se quedaron sin ver partidos concretos por circunstancias puntuales. Pero en general, siempre se pudo saldar con una reubicación de los mismos en otras zonas del estadio. Para elegir el nuevo asiento, la antigüedad y la fidelidad (la asistencia en temporadas anteriores) han sido los criterios más utilizados.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión