Cordero, de pesca en Barbastro

Juan Carlos Cordero, director deportivo del Real Zaragoza, estuvo de pesca este miércoles festivo, 6 de diciembre, en la localidad oscense de Barbastro. La agenda del ejecutivo de la SAD zaragocista tenía reservada la mañana y la primera hora de la tarde de esta fecha para ver 'in situ' un partido de Copa del Rey donde uno de los protagonistas era el Almería, club de Primera División. 

Acompañado de uno de sus colaboradores directos, Santos Olmo, acudió al campo Municipal para observar en vivo el duelo de la Segunda Ronda copera que enfrentó a los barbastrenses con el referido UD Almería, al que el equipo aragonés, de Segunda RFEF (4ª categoría del fútbol español) terminó eliminando al superarlo por 1-0.

El Almería, colista de la máxima categoría, con solo 4 puntos sumados en las primeras 15 jornadas de liga, sin haber logrado aún un solo triunfo en una temporada tremendamente torcida para sus intereses, está preparado para abordar una desesperada remodelación de su plantilla en el inminente mercado de invierno, que comenzará el 1 de enero, en apenas 25 días. En esa serie de movimientos de entrada y salida de jugadores que se avecinan en el club andaluz, hay al menos dos que están dentro del interés del Real Zaragoza como posibles fichajes en la ventana invernal, espacio que Cordero también va a utilizar para retocar la composición del plantel blanquillo después de la extraña primera vuelta que está protagonizando el equipo, primero dirigido por Fran Escribá, y desde hace 15 días por Julio Velázquez.

Dos nombres sobresalen, a estas alturas de diciembre, en el elenco de piezas interesantes para el Real Zaragoza que militan actualmente en el Almería: uno, el portero Mariño; el otro, el mediocentro de largo recorrido (también volante o lateral derecho) Arnau Puigmal. Los dos, suplentes permanentes y con una participación residual en esta campaña horrible del Almería, fueron titulares precisamente en el partido de Copa en Barbastro, donde los sureños jugaron con un once inicial plagado de inhabituales en los duelos de liga. 

Mariño es un portero veterano, de 33 años (1,86 de estatura), gallego de nacimiento (de Vigo), viejo conocido como rival del Real Zaragoza, pues su carrera ha transcurrido, pespunteando Primera y Segunda División, en el Villarreal (donde se formó hasta 2013), el Valladolid (un año), el Levante (dos temporadas) y el Sporting de Gijón, donde militó en las últimas siete campañas hasta fichar por el Almería de Primera el pasado mes de enero, a mitad de torneo.

En el club andaluz no está teniendo sitio. El titular es el portugués Maximiano y el segundo el clásico estandarte de la portería almeriense en la última década, Fernando. Mariño, que solo firmó un año y medio con el cuadro mediterráneo (jugó un partido en la segunda vuelta de la pasada campaña en Primera y en la liga en curso solo fue alineado en la jornada 1, cuando Maximiano aún no había fichado y Fernando estaba lesionado), tiene imposible revertir su situación. 

El Real Zaragoza, sabido es, tiene una situación excepcional con el francés Poussin en esa posición tan específica de la portería. Los fallos garrafales reiterados del fichaje francés del pasado verano, contratado por Cordero del Girondins Bordeaux con vocación de ser a medio y largo plazo el relevo de Cristian Álvarez, lo han ubicado de forma muy incómoda dentro del equipo y todo el mundo es consciente en el club de la casi imposible recuperación de este guardameta para que sea útil de nuevo en el campo. Con Álvarez entre algodones (dos lesiones musculares acumula en dos meses  y medio) y el tercero del escalafón, Rebollo, con los galones de titular adquiridos por fuerza, una de las piezas nuevas que puede presentar Cordero en enero es la de un nuevo portero que ocupe el '13' de Poussin, al que le buscaría una salida. 

Y, simultáneamente, el Almería tiene un medio centro de largo recorrido, también adaptable sin rozamientos a la posición de extremo derecho o lateral de esa banda en una defensa de cinco, Arnau Puigmal, cuyo futuro en la plantilla blanquirroja no está asegurado a partir del mercado invernal. 

Barcelonés de Rubí, de 23 años, formado en la cantera del Espanyol, captado por el Manchester United con 17 años y con su fase final de crecimiento en Inglaterra, Arnau cumple su tercera temporada en Almería. Este año, con apariciones esporádicas en 8 partidos, con apenas 230 minutos sobre el césped, su rol en los planes técnicos es muy menor. Hace dos ligas, en Segunda División, fue clave en el ascenso almeriense, con 33 partidos jugados, 5 goles y 4 asistencias. El curso pasado, ya en la élite, disputó 22 partidos y marcó un gol. Ahora, es posible que su futuro inmediato pueda estar lejos del Almería tras la Navidad. 

Y ahí, en esos tanteos, está el Real Zaragoza a través de su dirección deportiva. Atento a cualquier opción que pueda resultar sugerente para mejorar las prestaciones de un equipo que camina alejado de las expectativas generadas en julio y agosto.