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El Espanyol reúne jugadores con 708 partidos en Primera en dos años
En el mismo tiempo, solo tres futbolistas del Real Zaragoza han pisado la élite, sumando apenas 50 presencias.
Dentro de tres días el Real Zaragoza volverá a jugar al estadio del Espanyol de Barcelona, viejísimo colega de andanzas en Primera División, esta vez de nuevo en Segunda, como ya hizo esporádicamente hace tres años (con derrota por 2-0) en el último paso de los catalanes por la categoría de plata. El equipo ‘periquito’ es un recién descendido, el transatlántico más importante este año en el segundo nivel del fútbol en España, aunque su límite salarial sea, curiosamente, el 5º del escalafón, con 10,07 millones de tope (el Real Zaragoza cuenta con 9,88).
El peso específico de las dos plantillas, hoy en día, es muy distante en valoración. Son dos mundos lejanos. Nada que ver con esa cercanía presupuestaria marcada por La Liga. Las credenciales, uno por uno, de todos los futbolistas del Espanyol y del Zaragoza, hablan con rotundidad.
En la plantilla espanyolista, si se toman como referencia las dos últimas temporadas –las precedentes a la actual–, sus jugadores suman 708 partidos en la Primera División española. En el otro lado, el cuadro zaragocista solo cuenta con tres piezas que han participado esporádicamente en el último bienio en la élite del fútbol nacional, acumulando apenas 50 presencias.
El Espanyol, con rango superior
Hasta 18 futbolistas del actual Espanyol están sintiéndose este año fuera de sitio en Segunda. No es su nivel reciente. Lo suyo ha sido mostrarse y verse cada fin de semana entre los grandes.
El exzaragocista Cabrera viene de jugar 69 partidos en Primera como blanquiazul en las dos últimas campañas (32+37). Otro exblanquillo, Puado, suma 67 (37+30). Y el fichaje Pere Milla cuenta con 63, en su caso como ariete del Elche (otro de los equipos descendidos el pasado verano). Nico Melamed presenta en su currículo 63 duelos en Primera como ‘perico’ (32+31). El capitán Sergi Gómez, ahora lesionado, tiene 60 partidos acreditados en Primera desde 2021 (29+31).
El lateral Brian Oliván ha jugado 58 veces en la máxima categoría en este tramo reciente, el año pasado con los barceloneses y hace dos en el Mallorca (20+28). Óscar Gil lo hizo con los catalanes en 55 partidos (33+22). El extremo Salvi, refuerzo de este año, en 47 partidos, 24 con el Rayo Vallecano y 23 con el Cádiz. Por su parte, Keidi Bare acarrea 43 partidos en dos años (18+25), los mismos que el defensa Calero (27+16).
El delantero danés Braithwaite viene de 35 presencias en la primera categoría, 31 con los blanquiazules y 4 con el Barcelona. Álvaro Aguado sumó 34 con el Valladolid (otro descendido recientemente). Expósito tiene en su recorrido inminente 28 partidos en Primera; 17 el portero Pacheco; 11 el extremo Lazo; 9, Gragera; 3, Jofre Carreras y el otro portero, Joan García...
El Espanyol es actualmente, por todo esto, un equipo de Primera que compite en Segunda. Literal. Una plantilla con una ligazón futbolística y personal entre la mayor parte de sus componentes que viene de al menos dos temporadas y, además, ambas en la categoría superior. Un planteamiento idílico en el neofútbol profesional, donde todo es tan volátil y provisional en la inmensa mayoría de clubes, dados a cambios masivos y radicales de protagonistas de año en año.
Moya, Manu Vallejo y Valera
Para establecer de modo clarificador la diferencia de galones entre el Espanyol y el Real Zaragoza, en este momento de 2023, sirve reseñar que solo tres jugadores zaragocistas han jugado algo en Primera en las dos campañas precedentes.
Moya lo hizo en el Alavés, 28 partidos hace dos años. Manu Vallejo 19 veces (9 en el Valencia y 10 en el Girona). Y Valera, 3 en la Real Sociedad, cuando jugaba en su filial. El resto, nada de nada. Son piezas de otro catálogo en la valija de representantes.
