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La destitución de Escribá, atascada por la dificultad para cerrar su sustituto, se va a este lunes

Los ejecutivos del Real Zaragoza tratan de cerrar el acuerdo con el relevo del entrenador para anunciar su despido tras la gravedad de la crisis agudizada por la derrota por 0-2 ante el Huesca.

Escribá, en el banquillo durante el partido
Escribá, en el banquillo durante el partido
Oliver Duch

Han pasado 24 horas desde que concluyó el partido Real Zaragoza-Huesca, el sábado por la tarde en La Romareda, con derrota zaragocista por 0-2 y los dirigentes del equipo zaragocista no han logrado consumar la contratación del nuevo entrenador que venga a sustituir a Fran Escribá, cuya destitución está contemplada desde la noche sabatina. 

Las dificultades de todo tipo, unas de tinte económico (por los cachés de algunos de los técnicos tanteados), otras de perfil deportivo o temporal (relativas a detalles sobre la plantilla a futuro) están siendo hándicaps de complicado manejo. Además, el hecho de cambiar la figura del técnico a estas alturas de temporada se analiza desde los puestos de mando de la SAD con la visión de un jugador de ajedrez, contemplando las posibles continuidades de más movimientos en lo sucesivo, dependiendo de cómo se puedan desarrollar los acontecimientos. 

Por todo ello, no está resultando sencillo cerrar esta destitución de Fran Escribá como entrenador del Real Zaragoza. El proceso se ha atascado durante todo el domingo, al menos mucho más de lo que se preveía después del partido ante el Huesca.

Tal y como quedó programado al inicio de la madrugada que unió este sábado 18 de noviembre con el domingo 19, la matinal dominical ya fue caliente en las entrañas del Real Zaragoza. La destitución del entrenador, Fran Escribá, cuestión de gran envergadura por lo que supone este marro en el proyecto de esta temporada 23-24, se puso en marcha desde bastante antes de la hora del desayuno con churros. 

Los dirigentes y ejecutivos del Real Zaragoza, en reunión domiciliaria, trataron de cerrar el acuerdo con el sustituto del técnico valenciano para anunciar a continuación su despido tras la gravedad de la crisis que arrastra desde hace más de dos meses. Esos eran los tiempos establecidos desde el pitido final del árbitro en la derrota con el Huesca. Pero las exigencias del guion, provenientes de cada uno de los entrenadores con los que se ha contactado para sustituir a Escribá, están imprimiendo, como se ve, un exceso de ralentización al procedimiento. 

Raúl Sanllehí, el director general y primera cabeza visible del heterogéneo consejo de administración de la SAD, lleva las riendas del proceso, con el director deportivo, Juan Carlos Cordero, como pieza clave en el relevo en el banquillo, dentro de sus funciones naturales, no exentas de su cuota de responsabilidad. Consejeros como Mariano Aguilar y Emilio Cruz, ambos presentes en el palco en el partido ante el Huesca, también aportan un alto grado de peso específico a las gestiones a varias bandas. 

Fran Escribá ya fue informado 'vis a vis' en la zona de vestuarios de La Romareda, nada más concluir el duelo ante los vecinos oscenses, de la resolución que iba a acontecer en las próximas horas. En caliente, sin dejar pasar ni un minuto, Sanllehí, Aguilar, Cruz y Cordero bajaron desde la tribuna hasta las casetas para poner en marcha lo que ahora está cada vez más cerca de consumarse: el cambio de entrenador al frente del Real Zaragoza. 

El soriano Pablo Machín y el salmantino Julio Velázquez, por ese orden, quedaron en un principio como los dos mejores colocados en el cribado de técnicos candidatos a suceder a Escribá, maniobra que hace ya unos días ha venido escrutando Cordero entre bambalinas en el mercado de entrenadores desempleados. 

Pero las dificultades que han ido sumándose con el paso de las últimas horas han provocado que, desde un momento puntual de la mañana del domingo, se hayan activado compuertas para la búsqueda de un tercero, llegado el caso. 

Todo es incandescente en el seno del club. Con el equipo de fiesta en esta jornada dominical pos partido, la idea de los directivos del Real Zaragoza era concluir todo en estas 24 horas y llegar al lunes con la solución finiquitada, de modo que la plantilla pueda preparar ya en el nuevo escenario que nazca el siguiente partido, que será el sábado próximo, día 25, en el Carlos Belmonte de Albacete. 

Ha transcurrido todo el domingo y este plan no se ha cerrado según lo deseado. Ahora todo queda pendiente para la mañana del lunes. Un espacio que queda expedito para los dirigentes zaragocistas dado que el plan de entrenamientos del equipo contempla la vuelta al trabajo a las 16.30 en la Ciudad Deportiva, es decir, por la tarde. 

Si, por las razones que fuesen, no se lograra desde el club la contratación de un nuevo entrenador, lo que se prevé es que se haga oficial el despido de Escribá al mediodía y que, al frente del entrenamiento vespertino esté interinamente otro técnico de la casa: bien un habitual en este rol, como es el preparador físico Andrés Ubieto o bien Javi Suárez.

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