La premonición de Dwamena, hace un año: "Si muero, esa es la voluntad de Dios. Me voy y punto"

Hace un año, el exjugador del Real Zaragoza fallecido este sábado hizo unas declaraciones sobre la posibilidad de morir en el terreno de juego. 

Raphael Dwamena, en un entrenamiento reciente en la Ciudad Deportiva.
Raphael Dwamena, en un entrenamiento en la Ciudad Deportiva.
ARANZAZU NAVARRO

Raphael Dwamena, exjugador del Real Zaragoza fallecido este sábado al desplomarse en un partido  hizo hace justo un año unas declaraciones premonitorias de lo que le ha sucedido. El delantero ghanés, que seguía jugando al fútbol, y bien, pese a la cardiopatía estructural que le diagnosticaron en el hospital Miguel Servet de la capital aragonesa. 

Dwamena estuvo cedido por el Levante en el curso 2019-2020. Anteriormente, en 2017, se frustró en el reconocimiento médico su traspaso del FC Zurich al Brighton inglés por 12 millones de euros. Según explicábamos en Heraldo.es en un reportaje sobre el jugador ghanés,  en aquella época jugaba con un monitor Holter que registraba su actividad cardíaca, pero ello no impidió que el Levante lo contratara en 2018 por casi seis millones.

Fue en octubre de 2019, durante los partidos del Real Zaragoza contra el Málaga y el Cádiz, cuando sufrió mareos ocasionados por una taquicardia de tal calibre que le llevó a las 280 pulsaciones. Entonces el equipo de cardiólogos del hospital Miguel Servet le detectó una patología incompatible con la práctica del deporte profesional. Así, le detectaron la cardiopatía estructural que le hacía proclive a desarrollar arritmias ventriculares malignas. Los médicos le hicieron saber que estas se manifiestan sobre todo en momentos de máximo esfuerzo y ponían en riesgo su vida. No jugó más con la camiseta del Real Zaragoza, salvo entrenamientos ligeros en la Ciudad Deportiva hasta que acabó la temporada interrumpida por la pandemia.

En enero de aquel curso, se le colocó un desfibrilador automático implantable que restablece el ritmo cardíaco normal mediante una descarga eléctrica si registra anomalías. Este dispositivo, denominado DAI transvenoso, que llevaba bajo la clavícula izquierda le auxilió en 2021 en un partido de la Copa de Austria. Pero decidió extraérselo. Hoy tal vez le hubiera salvado.  

El diario 'Neue Zürcher Zeitung' de Zúrich publicó hace un año el testimonio de Dwamena en el que se mostraba como un hombre entregado a la fe y convencido de que la medicina no le retiraría del fútbol. En ese contexto, señaló: "Si muero, esa es la voluntad de Dios. Me voy y punto. Olvidado. La gente a mi alrededor estará triste durante unas horas, o tal vez incluso unas semanas. Pero lo superarán y seguirán adelante. No vivo mi vida para complacer a las personas. Solo a Dios", relata. Sus palabras se han cumplido este sábado, 11 de noviembre de 2023. 

 

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