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Rebollo por Poussin: la decisión más valiente de Escribá
El técnico del Real Zaragoza estuvo atrevido al alinear al teórico tercer portero en lugar del francés, pero después volvió a caer en un planteamiento conservador.
La valentía de Fran Escribá se quedó en la caseta. Sorprendió alineando a Dani Rebollo en detrimento de Gaetan Poussin, pero después volvió a caer en el planteamiento conservador que, por tercer partido consecutivo, contribuyó a que el Real Zaragoza se dejase remontar un marcador favorable.
Acertó en los cambios iniciales, completando ese relevo en la portería con el regreso de Alejandro Francés al eje de la zaga y de Víctor Mollejo y Sinan Bakis a la delantera, y falló en los posteriores, con una discutible gestión del juego de su equipo.
Los mejores jugadores zaragocistas en Burgos fueron, precisamente, Francés, Mollejo y Bakis; mientras que el debutante Rebollo, que hacía casi un año que no disputaba un partido oficial, saldó con solvencia -y mucha entereza- una papeleta complicada.
La primera parte fue plácida para él, pues, con excepción de los primeros 10 minutos de partido, en los que los locales inquietaron con balones largos entre central y lateral, los jugadores del Real Zaragoza defendieron bien el área propia y concedieron pocas ocasiones de gol.
El meta apenas tuvo que intervenir un par de veces: en el minuto 5, despejando un centro de Appin con el pie derecho; y en el 28, cuando Matos ganó la línea de fondo y puso un envío raso que, tras ser rechazado con el puño por el onubense, a punto estuvo de ser tanto en propia meta de Jair.
Por lo demás, poco trabajo para Rebollo. Y tampoco lo tuvo durante el grueso de la segunda mitad, gracias a la contundencia de los centrales, que controlaron a Curro Sánchez, Edu Espiau y compañía, y de la velocidad con que Borge y Lecoeuche cerraron los avances por banda del Burgos.
El portero no sufría y el Zaragoza, tampoco. Se jugaba en campo contrario y Bakis era el hombre más incisivo de los 22, hasta que Fran Escribá decidió quitarlo en la primera ventana de cambios (minuto 66) y el equipo lo acusó, reculando metros y cediendo también protagonismo con balón.
Miedo a perder
Otra vez afloró el miedo a perder. Y no se perdió, pero se empató. Se volvió a encajar gol en una acción evitable, una segunda jugada que cayó en la peor bota posible -la zurda de Matos- y amargó el debut de Dani Rebollo en la portería.
Nada pudo hacer por evitar una nueva decepción en los minutos decisivos. Y ya son muchas. Demasiadas, en un bloque que ayer, como ocurriera en Gijón o la pasada semana frente al Eibar, volvió a dejar escapar una victoria que estaba más que encarrilada.
Rebollo le dio la razón a Escribá y el resultado final (1-1) se la quitó. Tan atrevido fue al apostar por el chaval en El Plantío, cuando lo fácil hubiese sido mantener al francés Poussin hasta la Copa, como timorato en su propuesta final.
La acumulación de hombres atrás no fue sinónimo de defender bien. Al contrario. A base de colgar centros, el Burgos se fue creciendo hasta encontrar el premio de la igualada en los minutos de descuento. En ese tramo que se le atraganta al Zaragoza y que, semana tras semana, va alejando al equipo de sus aspiraciones iniciales.
