Escribá quita a Poussin y rescata a Bakis y el 4-4-2
Nuevo golpe de volante del entrenador del Real Zaragoza en busca de la victoria en Burgos.
Escribá recupera a Sinan Bakis y manda al limbo el 4-3-3 de las últimas dos jornadas. El técnico vuelve a darle una vuelta de tuerca más y regresa al sistema base, a la fórmula en la que más cree, y organizará al Zaragoza en Burgos con un doble pivote y una doble punta. El 4-4-2, además del regreso de Bakis al once, trae las novedades de Alejandro Francés, Víctor Mollejo, pero, sobre todo, la aparición de Dani Rebollo. De esta manera, Escribá borra del mapa a Poussin, el portero fichado por Juan Carlos Cordero para hacer frente a Cristian. Un par de partidos y un par de ratos de otros dos han servido para revolver las jerarquías iniciales.
El Real Zaragoza, de este modo, jugará de inicio con los siguientes futbolistas en El Plantío: Rebollo; Borge, Francés, Jair Amador, Lecoeuche; Marc Aguado, Grau; Valera, Mollejo; Bakis y Azón. En el banquillo, completarán la reserva Poussin, Acín, Marcos Luna, Juan Sebastián, Lluis López, Mouriño, Vaquero, Toni Moya, Bermejo, Manu Vallejo y Sergi Enrich.
El Real Zaragoza necesita una victoria para recuperar buenas vibraciones y regresar a las posiciones de promoción. Podría ascender a la quinta plaza si suma los tres puntos en El Plantío, un feuda de máxima exigencia.
Por su parte, el Burgos destaca por su fortaleza como local. Ubicado en media tabla, solo su mala dinámica visitante, pues suma seis derrotas fuera, le impide una mejor clasificación. Entrenado por Jon Pérez ‘Bolo’, exentrenador de Ponferradina y Oviedo, el conjunto castellano saldrá con la siguiente alineación: Caro; Navarro, Córdoba, Grego Sierra, Matos; Mumo, Appin, Atienza; Dani Ojeda, Curro Sánchez; Edu Espiau. En el banquillo estarán, Badiashile, De Gea, Saveljich, Borja González, Javi López, Elgezabal, Andy Rodríguez, Ander Martín, Ricoy, Álex Sancris, Fernando Niño.
El árbitro de la contienda será el andaluz Milla Alvéndiz. Noche fría y ventosa en Burgos, con unos 8 grados y una sensación térmica de seis. Ha llovido ligeramente en las dos horas previas al encuentro, por lo que el césped presenta una estado impecable. Al Zaragoza le apoya un grupo de unos 200 aficionados.
