La locura de horarios de La Liga: cuando un jueves tiene el valor de lunes en el Zaragoza

El Real Zaragoza regresó este jueves a los entrenamientos después de guardar un inusual día de descanso y fiesta el miércoles, con Fran Escribá poniendo en marcha el primer capítulo específico de preparación del siguiente partido de liga, el de la jornada 7, que se jugará en A Malata de Ferrol (La Coruña) el lunes a las 21.00.

Hace una semana, esta misma fecha, el jueves, era día de previa. El Racing de Santander venía a jugar a La Romareda el duelo de la anterior jornada, la 6, el viernes a las 21.30. Todo fue muy corrido, apresurado, sin apenas tiempo de pergeñar ese duelo tras volver de Cartagena en la madrugada del lunes tras disputar allí en la tarde del domingo la anterior cita liguera. Solo hubo tres días para dar forma a la siguiente encomienda liguera. 

Solo siete días después, el casillero del jueves, dentro del plan de trabajo del cuerpo técnico, queda alejado del siguiente partido ¡en cuatro días! El alboroto para los preparadores físicos, sobre todo, es mayúsculo. Mentalmente, a los futbolistas, estos vaivenes en la cronología de la competición les acarrean disfunciones, fracturas en los biorritmos, alteraciones en las rutinas mentales y de índole física. 

Esta vez, el jueves ejerce de lunes en los papeles del cuerpo técnico. Es como si la semana empezase hoy, pues serán cuatro las sesiones preparatorias las que antecederán la cita en Ferrol: jueves, viernes, sábado y domingo. Un mundo. Todo alterado. En definitiva, un espacio temporal de más de 9 días entre los partidos de las jornadas 6 y 7. Tan pernicioso es jugar con escaso tiempo de descanso y reseteo, como sucedió la pasada semana entre los envites de Cartagena y el Racing de Santander, como lo es afrontar este modelo opuesto de 10 días de distancia hasta llegar a Ferrol. 

Escribá sigue con Francho y Lecoeuche lesionados (a Nieto habrá que dejarlo aparcado durante unos cuantos meses en estas reseñas habituales, dado que va a ser operado en menos de 24 horas y estará de baja médica por un largo tiempo). Los demás, todos en orden. Y, del filial, esta vez han apoyado el entrenamiento Borge, Juan Sebastián, Vaquero y P. Sans. 

No hay más novedad, por lo tanto, que la rareza de ver, en mitad de un jueves, que la jornada para el Real Zaragoza queda lejos a más no poder, ya iniciada la semana próxima. Es uno de los efectos anormales del modo de gobernar la competición profesional en España desde hace unos años.