Grau: "El manejo del balón, las posesiones más largas en campo rival, son puntos a mejorar"

Jaume Grau, centrocampista del Real Zaragoza, comentó y actualizó este martes el estado de las cosas en el vestuario en los primeros pasos de una semana larga, que concluirá el lunes próximo con el partido de la jornada 7 ante el Ferrol, en el estadio de A Malata (21.00). 

"El día a día es una gozada cuando hay una dinámica así de buena. Venir a entrenar, el ambiente, todo...  Pero hay que seguir, esto es muy largo", comenzó enmarcando el valenciano. Líderes, con 16 de 18 puntos disputados en el balance clasificatorio, los zaragocistas están disfrutando de un inicio de liga sobresaliente.

"Hay que gozar de estos momentos y, luego, estar tranquilos cuando no vengan tan buenos, porque sabemos de las capacidades que tenemos y del gran grupo que somos", advirtió Grau, sabedor de lo difícil que va a ser mantener en el tiempo una cadencia de puntos como la que se ha dado en el primer mes y medio del torneo. 

El medio centro blanquillo no tuvo problema en admitir que, pese a los sobresalientes números obtenidos hasta ahora y con el equipo en lo más alto de la tabla, hay todavía muchos aspectos del juego por mejorar. 

"Sabemos de la dificultad que tiene la Segunda División. Los partidos son muy duros, muy largos, de trabajarlos mucho. Los equipos, según pasan las jornadas, nos vamos conociendo más. Tenemos un gran fondo de armario, nos podemos adaptar a muchos sistemas, con jugadores que dan mucha variedad. El entrenador tiene soluciones", expuso antes de entrar en más detalles.

"Este es un grupo que cada día lo da todo y está preparado para buscar soluciones ante las dificultades, para amoldarse y adaptarse a nuevas situaciones. Siempre estamos en disposición de dar un paso más en mejorar conceptos, muchas cosas", dijo Grau ante un par de preguntas relativas al margen de mejora y los defectos de juego que, pese a la excelente clasificación, está evidenciando el actual Real Zaragoza. 

El '5' blanquillo admitió que es en el medio campo donde, probablemente, más capacidad de evolución y ganancia futbolística tenga el equipo de Escribá a estas alturas de liga. "Sí, puede ser, puede ser una de las cosas a mejorar, sí. Quizá haya que tener la capacidad, por momentos, de controlar más el balón; de establecerse en el campo rival y tener posesiones más largas; esto, entre otras cosas. Sí, esto se podría decir que es un punto a mejorar", asumió Jaume Grau.

El pivote de Tavernes de Valldigna estuvo en un tris de salirse del guion marcado por el club y el área técnica en el discurso público matriz respecto de cómo afrontar este momento de gobierno absoluto en la clasificación. El Real Zaragoza va a ir a Ferrol y va a ser recibido como líder, en un día especial para el rival y su gente. Ya le pasó en Cartagena en la anterior salida. Son las derivadas de ser un equipo de impacto, un gallo en la categoría. Eso supone un cambio de papel y de escenario para los protagonistas, como siempre sucedió en el fútbol.

A Grau se le expuso esta novedad respecto de los tiempos recientes, donde se viajaba siendo colistas, vicecolistas o un equipo del montón para jugar partidos sin brillos, de rutinas. Ferrol va a acoger un partido diferente, con ese plus añadido. 

"Sí, por supuesto que no es un partido más... Pero sí es un partido más", hizo el requiebro tras una breve pausa, con sonrisa incluida. Y se enganchó al lema del club, al salmo responsorial que marca la liturgia de Escribá: "Nosotros vamos a hacer nuestro trabajo, seamos líderes, estemos en mitad de tabla o estemos donde estemos", recondujo su primera apreciación, que se salía del catecismo interno.

Grau ya había restado importancia al hecho del liderato constante del Real Zaragoza desde la jornada 1 hasta ahora, camino de la 7.  "Yo soy de mirar poco la clasificación. Tanto cuando las cosas van mal como cuando van bien. Tranquilidad. No hay que volverse locos en ninguno de los casos", dijo a modo de advertencia ante cualquier desembocadura a corto plazo del feliz momento que se vive en el zaragocismo.