REAL ZARAGOZA

Mollejo fuerza a que el Atlético de Madrid lo incluya en su pretemporada

El delantero, objetivo del Real Zaragoza para que repita por segundo año en la plantilla aragonesa, no empezó el trabajo con los colchoneros el pasado día 7 y estaba en su casa a la espera de una salida que se demora por las normas de La Liga.

Víctor Mollejo celebra un gol con el Real Zaragoza la temporada pasada.
Víctor Mollejo celebra un gol con el Real Zaragoza la temporada pasada.
LOF

Víctor Mollejo, que llevaba seis días fuera de cualquier órbita de trabajo de pretemporada, ha conseguido que el Atlético de Madrid, su club, lo incluya con una semana de demora en el elenco de participantes que forma parte de los primeros trabajos estivales de los rojiblancos en Los Ángeles de San Rafael (Segovia).

La plantilla que dirige Diego Pablo 'Cholo' Simeone comenzó la precampaña el pasado viernes, día 7 de julio, en su lugar habitual de concentración cada verano. Y ahí no estuvo Mollejo, excluido de la convocatoria pues su salida, de nuevo hacia el Real Zaragoza (donde ya jugó la liga pasada como cedido), estaba muy encarada. Diferentes matices de índole económica, que giran en torno a la fórmula contractual que ambos clubes están pergeñando para volver a ubicar a Mollejo en el cuadro zaragocista, con La Liga de por medio a la hora de dar el visto bueno al nuevo vínculo (el asunto del cómputo final en el límite salarial que aplicar al Real Zaragoza es la clave), han ido enredándose con el paso de las últimas 48 horas. Y, por lo tanto, el entorno del jugador ha reaccionado de inmediato para que este no se quede en su casa, rezagado de cualquier dinámica de pretemporada, algo crucial para los futbolistas a estas alturas del año. 

Mollejo ha forzado a que el Atlético de Madrid le haga su correspondiente hueco en Los Ángeles de San Rafael. Tiene derecho a ello como miembro de la plantilla colchonera. No tiene sentido que el de Puebla de Don Fadrique (Toledo) se entrene a solas si el acuerdo para su llegada al Real Zaragoza se ha atascado imprevistamente y, ahora mismo, nadie sabe cuánto puede seguir demorándose. 

De este modo, el Atlético lo ha citado este viernes, día 14, en tierras segovianas, aduciendo "una semana especial de permiso" como razón del retardo. Mientras tanto, los ejecutivos de ambas áreas deportivas proseguirán con el diseño de una fórmula que permita traer a Mollejo al Real Zaragoza que pueda pasar el visto bueno de La Liga sin ninguna pega. 

Porque el problema principal radica en ese punto nuclear del trato, en el método evaluativo de los techos salariales de las entidades y los cómputos que cada contrato de cada jugador generan en todos los casos concretos. Tanto el futbolista como los dos clubes ven con buenos ojos un nuevo pase de Mollejo al Real Zaragoza. Ahí no hay dificultad alguna. El inconveniente ha surgido en el cómo. 

Si Mollejo estuvo ya el año pasado a préstamo en el equipo aragonés, ¿por qué ahora surgen problemas para alargar el vínculo un segundo año?

Hay dos vías de contratación que se han estudiado. Una la cesión, nuevamente. La otra, que el manchego llegue en propiedad a la plantilla zaragocista. En la primera opción, el préstamo, el Atlético, que el año pasado se hizo cargo de un porcentaje determinado de su salario (es un club sinérgico, referencial en el grupo donde se encuadra el Real Zaragoza desde el año pasado con la nueva propiedad), solicita a la entidad aragonesa que, esta vez, asuma una parte bastante más elevada de lo que hizo hace un año exactamente. 

Y en la segunda, la de que Mollejo llegue fichado por la entidad zaragocista, se establece bajo unos parámetros de porcentajes de propiedad de los derechos del jugador que quedarían, en cada caso, escriturados en diferente cuantía a favor del Real Zaragoza y del Atlético de Madrid. Con algún clausulado anejo referente a una futura venta del jugador a un tercero que, asimismo, reportaría un reparto del dinero a ingresar por parte de las dos SAD debidamente pactado ya de antemano. 

La Liga mira con lupa cada operación para aplicar el baremo de repercusión de los fichajes en los límites de gastos de cada plantilla en los clubes profesionales. Si incluyen fórmulas complejas de este tipo, mucho más

Y en el caso de Mollejo, cuyo salario en el Atlético de Madrid está en el rango de la Primera División (no solo debutó hace cuatro años con el primer equipo rojiblanco, sino que fue cedido al Getafe de la máxima categoría en su día), la normativa de La Liga le aplica por defecto a un club receptor la mitad de lo que cobra en el Atlético, aunque el pacto entre clubes diga que es una cantidad bastante menor. Y eso está alrededor de los 400.000 euros netos, la mitad del global firmado con el Atlético.

Este movimiento de Mollejo, instando al Atlético de Madrid a incluirlo en su pretemporada aferrándose a su derecho laboral, hace tambalear la operación de retorno (continuidad, más bien) al Real Zaragoza, que el pasado lunes pareció prácticamente encarada en positivo. Si la incidencia económica de su llegada a la caseta blanquilla es superior a la previsión de Juan Carlos Cordero para la figura Mollejo en la tabla de salarios para la liga 23-24, este fichaje podría entrar en vía muerta a corto plazo. La intervención de La Liga y sus reglamentos, en este caso, está resultando decisiva para que este fichaje no se haya consumado ya y, por el contrario, quede anclado en el limbo.

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