Una uña de Jair, primera incidencia propia de la pretemporada en el Real Zaragoza

Jair Amador no participó este miércoles en el entrenamiento ordinario de la plantilla del Real Zaragoza en el ecuador de la segunda semana de pretemporada. El defensa central luso-caboverdiano tiene un problema habitual en los retornos vacacionales del verano, que afecta a una uña de un pie y le impide calzarse la bota con normalidad y que aconseja no golpear el balón durante breve tiempo.

Nada relevante, más allá de la molestia dolorosa de rigor. Jair, con zapatillas cómodas y amplias para minimizar el rozamiento, se ejercitó en el gimnasio y así lo tenía previsto igualmente en la sesión vespertina (es día de doble cita en la Ciudad Deportiva). Según sea la evolución, el zaguero zaragocista retornará a las rutinas este jueves o, lo más tardar, el viernes. 

Las rozaduras, las ampollas, las incomodidades del estreno de botas en muchos casos, suelen ser efectos naturales en los primeros entrenamientos de la precampaña cada verano. El leve caso de Jair es el primero de esta naturaleza que acontece en el seno del amplio grupo de futbolistas del Real Zaragoza desde el regreso al trabajo el pasado día 3 del presente mes de julio. De hecho, el único inquilino permanente de la enfermería está siendo Bermejo, aún convaleciente de la seria lesión muscular que sufrió en la penúltima jornada liguera en Ibiza el pasado 20 de mayo, hace 53 días, que le afectó al muslo izquierdo y que está entrando ya en la recta final de la rehabilitación. 

Paralelamente, este miércoles se ha dejado notar la ausencia de dos de los jóvenes del filial que fueron reclutados por Fran Escribá para llevar a cabo las primeras fases de entrenamientos del primer equipo, Chema Aragüés y Liso, que han pasado a trabajar con el filial, el RZD Aragón, que ya ha tomado velocidad de crucero asimismo en su pretemporada de la mano de Emilio Larraz.

Por ahora, los primeros 10 días del ensayos del Real Zaragoza están discurriendo dentro de una absoluta normalidad, sin circunstancias anómalas dignas de reseñarse. Un verano tranquilo en plena fase de remodelación profunda de la plantilla, que tiene lugar bajo la batuta del director deportivo, Juan Carlos Cordero. De momento, con solo la mitad de los movimientos previstos ejecutados en firme. Falta la otra mitad, con afección tanto a las salidas que aún han de llevarse a efecto, con los casos de Sabin Merino, Igbekeme, Molina y Eugeni como casos más señalados, como de los fichajes (en torno a cinco más) que han de llegar en compensación a lo primero, añadiéndose a los ya incorporados Maikel Mesa, Lecoeuche, Bakis, Moya y Aguado, este retornado de su cesión al Andorra.