El Real Zaragoza apura los últimos movimientos para definir con exactitud el calendario de la pretemporada de este verano de 2023, que dará comienzo el próximo 3 de julio, es decir, en solo 20 días. En la composición del habitual puzle del programa de trabajo estival, ya está concretado que el equipo se concentrará en San Pedro del Pinatar (Murcia) en la última semana de julio, en torno a los días que unirán el 23 y el 30 de julio, donde llevará a cabo la parte más exigente de la fase preparatoria de la plantilla con la disputa de tres partidos frente a rivales de primer nivel que aún están por concretarse.

Las instalaciones del Pinatar Arena, específicas para la recepción y el trabajo de equipos profesionales durante todo el año, acogerán a los zaragocistas nuevamente, pues ya las estrenaron hace dos veranos cuando Juan Ignacio Martínez 'Jim' hizo de embajador de ese lugar del Mar Menor, colindante con la provincia de Alicante y a escasos 15 kilómetros de su casa en Torrevieja. Ahora, la presencia de Juan Carlos Cordero como director deportivo del Real Zaragoza, natural de Cartagena (a 30 kilómetros del lugar) y con amplia capilarización en todo lo que concierne al fútbol en esa zona del sureste español, ha favorecido la elección. Además, Fran Escribá, el entrenador blanquillo, valenciano y con pasado en el Elche (otro club de la redolada), conoce perfectamente el terreno y avala la presencia del equipo allí por la alta calidad de las instalaciones y la facilidad para concertar partidos de ensayo al reunirse varios equipos simultáneamente -varios de distintos países- en los hoteles de alrededor que la empresa que rige el Pinatar Arena tiene convenidos. Hace dos años, cuando el Real Zaragoza estuvo allí, Escribá fue rival de los de Jim siendo técnico de los ilicitanos. 

Antes de este episodio en tierras mediterráneas, este lunes ha quedado definitivamente decidido que el equipo no acudirá este verano a su habitual estadía en Boltaña (Huesca) en los primeros pasos de cada verano. Los problemas de agua en la zona deportiva de la localidad sobrarbense, con el pozo que suministra al recinto del campo de fútbol de Villaboya seco a causa de la sequía. Esta circunstancia adversa y sin precedentes ha dejado durante la primavera el césped del terreno de juego de Boltaña en muy malas condiciones. Y el Real Zaragoza no ha visto garantías de que eso tenga solución en los próximos 25 días, por lo que no va a arriesgar a programar una estadía que luego tenga que suspenderse a última hora. 

Entretanto, los partidos amistosos de cercanías que cada precampaña trufan los múltiples entrenamientos físicos y ensayos tácticos de la plantilla en la Ciudad Deportiva, están asimismo en la fase final de selección. Es seguro que el Real Zaragoza jugará en Pinilla frente al CD Teruel, flamante nuevo equipo de Primera RFEF, en torno al fin de semana del 21-22-23 de julio, antes de ir al Pinatar Arena, por lo tanto. 

Y de las posibilidades que se están negociando con el Calahorra (La Rioja), el Lleida y el Gimnástic de Tarragona, al menos dos de ellas tienden a concretarse en breves horas para los días de mitad de julio. También se programará un partido contra el RZD Aragón, el filial zaragocista, en un ámbito más doméstico, seguramente en la Ciudad Deportiva. 

Y el colofón a la pretemporada será el Trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial Carlos Lapetra, que se recuperará así después de que en 2022 se quedase fuera del plan del verano a causa de la resiembra del césped de La Romareda y, también, derivado de los múltiples cambios internos que tuvieron lugar en la SAD una vez se consumó la compraventa accionarial a finales de mayo y que propició unos meses veraniegos llenos de metamorfosis en todos los ámbitos de la entidad. La idea es que sea un partido, alrededor del sábado 5 de agosto (el fin de semana previo al inicio de la liga 23-24), contra un equipo español de Primera División.