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Real Zaragoza: las revoluciones de Cordero

La radical transformación del Real Zaragoza no es un reto nuevo para el director deportivo, acostumbrado a mercados de fichajes con numerosas contrataciones.

Rueda de prensa de Juan Carlos Cordero 01 06 2023 Foto Rubén Losada[[[FOTOGRAFOS]]] [Original: image00014.jpg] //ZAR// Autor: LOSADA, RUBÉN Fecha: 01/06/2023 Propietario: Colaboradores Aragón Id: 2023-1675829 [[[HA ARCHIVO]]]
Juan Carlos Cordero, el pasado jueves en La Romareda
Rubén Losada

Los veranos de Juan Carlos Cordero en Cádiz y Tenerife, sus dos experiencias profesionales más recientes y contextualizadas en la Segunda División, se saldaron con un frenético zarandeo en sus plantillas. Desde 2016, fecha en la que desembarcó en el Cádiz como director deportivo tras desligarse del Granada, y hasta su salida del Tenerife; Cordero ha promediado una docena de fichajes por verano. Un número sobre el que pivota ahora su gestión en el Real Zaragoza: el mercado que ahora coge temperatura y entra en ebullición le traerá al club aragonés una cifra más o menos aproximada a esa en el diseño de su próxima plantilla.

La finalización de contratos, las salidas de futbolistas prescindibles y la conclusión de varias cesiones facilita un escenario en el que el Real Zaragoza sufrirá una profunda reforma dentro del vestuario. Una transformación que exige un alto número de movimientos en el mercado. Un ajetreo, por otro lado, que es contextual en una Segunda División de plantillas efímeras y cambiantes temporada tras temporada, y en el que se mueve con buena cintura el director deportivo del Real Zaragoza. A la espera del desarrollo del mercado, de las salidas finales que se produzcan, de los futbolistas cedidos que puedan seguir o de las oportunidades que puedan surgir a final de agosto, la previsión de Cordero se ubica en esa dirección: una horquilla abierta de entre 11 y 13 altas de nuevos jugadores.

En sus anteriores proyectos en Tenerife o Cádiz, el director deportivo elaboró planificaciones con un volumen de operaciones parecido. Hace un año, en su tercer verano como arquitecto del Tenerife, firmó diez altas. Libres de contrato, fichó a Nacho Martínez (Valladolid), Jurado (Alcorcón), Javi Díez (Sevilla Atlético), Andoni López (Amorebieta), Aitor Buñuel (Almería) y Waldo Rubio (Real Valladolid). Y cedidos, sumó a Appiah (Almería), Borja Garcés (Atlético de Madrid), Mo Dauda (Anderlecht) e Iván Romero (Sevilla Atlético). Una temporada antes, Cordero también cerró un registro de fichajes de dos cifras: 11. Pagó 200.000 euros por el aragonés Rubén Díaz (Castellón) y contrató en propiedad a Álex Corredera (Badajoz), Juan Soriano (Sevilla), Mellot (Guingamp), José León (Alcorcón), Míchel Herrero (Valladolid), Elady Zorrilla (Cartagena), Pablo Larrea (Ponferradina), Enric Gallego (Osasuna) y Sergio González (Cádiz), a quien había llevado cedido en el enero previo. También logró la cesión de Víctor Mollejo (Atlético). Además de estos once, en invierno cerró las cesiones de Andrés Martín (Rayo Vallecano) y Mario González (Braga).

En su primer año en la isla, después de abandonar el Cádiz, Cordero tejió un Tenerife con 12 refuerzos en el mercado de verano para la temporada 20-21. Firmaron con la carta de libertad Apeh (Celta B), Jacobo González (Celta B), Kakabadze (Luzern), Pomares (Alcorcón), Adri Herrera (Numancia B), Joselu (Oviedo) y Nono (Extremadura), además de los cedidos Ramón Folch (Elche), Bruno Wilson (Braga), Vada (Almería), Zarfino (Extremadura), Fran Sol (Dinamo de Kiev). Cordero promocionó también al primer equipo a los canteranos Jorge Padilla y Javi Alonso. En el mercado de enero, llegaron Serantes (Avispa Fukuoka), Germán Valera (Atlético B), Mauro do Santos (Albirex Niigata) y Sergio González (Cádiz).

La etapa gaditana

Este tipo de desafíos que implican un alto número de operaciones ha sido un terreno habitual en la carrera de Cordero. En el Cádiz, también. Allí, llevaron su firma las planificaciones de los veranos de 2016, de 2017 y 2018, un periodo y un proceso en el que se cimentaron las bases del equipo que Álvaro Cervera acabó metiendo en Primera en 2020. En su primer verano, en 2016, Juan Carlos Cordero trabajó 16 operaciones de entrada. Un vuelvo radical a una plantilla que había ascendido de Segunda B. Se incorporaron libres Jesús Fernández (Granada), Aitor García (Mérida), Carpio (Alavés), Aridane (Granada), Álvaro García (Granada), Eddy Silvestre (Murcia), Sankaré (Asteras Trípoli), José Mari (Levante), Luis Ruiz (Leganés), Abdullah (Lorient) y Rubén Cruz (Albacete). Y cedidos llegaron Del Castillo (Independiente), Brian Oliván (Granada), Santamaría (Athletic), Ortuño (Las Palmas) y Nico Hidalgo (Juventus). En invierno, el Cádiz se reforzaría con otros tres jugadores: Ager Aketxe (Athletic), Iván Malón (PAE Veria) y Jesús Imaz (UCAM).

Un año después, Juan Carlos Cordero mantuvo esa línea reformista en la plantilla gaditana. 14 fichajes realizó el director deportivo esos meses de julio y agosto. Pagó 500.000 euros por Brian Oliván (Cádiz) y 350.000 euros por Dani Romera (Barcelona B). Con la carta de libertad, se comprometieron Carrillo (Sevilla Atlético), Marcos Mauro (Villarreal B), Álex Fernández (Elche), Rober Correa (Espanyol), Bijker (Heerenveen), Kecojevic (Zúrich), Traoré (Córdoba), Alberto Perea (Barcelona B), Nico Hidalgo (Juventus), Barral (APOEL). Y cedidos llegaron Rubén Yáñez (Getafe) y Mikel Villanueva (Málaga). Además, subió desde el filial Manu Vallejo. Ya en el mercado invernal Cordero añadió a Jona (Córdoba), Eugeni (Valencia Mestalla), Jauregi (Real Sociedad B ) y Fausto Tienza (Osasuna).

Para la temporada 18-19, Cordero se despidió del Cádiz comandando una nueva revolución, con otras 13 altas veraniegas, todo jugadores libres y cesiones. Entre los primeros, se registraron Lekic (Reus), Edu Ramos (Córdoba), Azamoum (Troyes), Sergio Sánchez, Matos (Sevilla Atlético), David Carmona (Sevilla Atlético), y Mario Barco (Lugo). Cedidos firmaron Aketxe (Toronto), Agra (Benfica), Juan Hernández (Celta), Jairo Izquierdo (Girona), y Fali (Nástic). Además, subió al primer equipo David Gil. En septiembre de 2018, sería despedido del Cádiz por desavenencias con la propiedad, aunque luego fue readmitido para llegar a un acuerdo de salida un año después, periodo en el que no tuvo peso real en las decisiones deportivas, donde fue relevado por Óscar Arias.

Como se ve, los mercados de Juan Carlos Cordero los caracteriza el alto volumen de movimientos y algunas notas comunes: suele apostar por jugadores expertos en la categoría y con ciertas garantías de rendimiento inmediato por encima de apuestas de futbolistas emergentes. No destaca en su modelo de gestión, tampoco, una abundante confianza en canteranos. Y mercados como Portugal o Francia son caladeros frecuentados por sus ayudantes. En el Zaragoza, sus pasos serán similares. Le espera un nuevo verano de revolución, de trasiego y operaciones de todo tipo. Por eso, a Cordero lo eligieron en noviembre para estar donde está ahora.

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