Fran Escribá, apretado desde la bancada de prensa este viernes en medio de la onda expansiva que ha originado la decisión del club de prescindir del capitán Alberto Zapater a partir del inminente final de la actual temporada, esbozó algunos detalles del nuevo Real Zaragoza que viene.

En el contexto de las argumentaciones que han prevalecido para decidir el punto final a la trayectoria de Zapater en el club, el entrenador también habló de otros futbolistas, de otras posiciones tácticas y de las intenciones que Juan Carlos Cordero, el director deportivo, tiene en su boceto de nuevo equipo para la campaña 23-24. Fue una primera aproximación al futuro inminente. Un retrato robot inicial de la revolución que ya se ha puesto en marcha y que va a cambiar la faz de la plantilla en la mayoría de sus componentes y de sus papeles futbolísticos dentro de la caseta. 

Que la primera decisión sea decretar el adiós de Zapater es un síntoma inequívoco de lo que va a ser este verano de 2023 en el núcleo de decisiones del Real Zaragoza. Escribá lo admitió sin excusas. "Yo creo que es una señal. Yo no quiero una plantilla tan amplia como la que hemos tenido este año. Tenemos dos jugadores incluso con ficha del filial. Es demasiada gente para trabajar. Va a haber una reestructuración en el ámbito de los jugadores, tanto en cantidad como, obviamente, tal y como buscamos, también en calidad", inició en su argumentario el entrenador. 

Fran Escribá quiso hacer especial énfasis en este apartado, como lanzando un mensaje a todos los futbolistas del vestuario que están afectados por su salida próxima. Naturalmente, no a los que concluyen su contrato, que saben su futuro lejos de Zaragoza hace días. El aviso es para quienes tienen contrato en vigor y tienden a marcharse, mediante la fórmula que sea, por no entrar en los planes del equipo de la ilusión que quiere prepararse hasta agosto. 

"Esta reestructuración creo que es una exigencia. De todos, de la prensa, de la afición, por supuesto, también interna, nuestra. Creo que es necesario, si queremos seguir creciendo y hacer un proyecto ilusionante y con el objetivo a corto o medio plazo del ascenso, todo pasa por reestructurar. Y eso implica muchas salidas", completó Escribá con toda la intención. 

En diversos pasajes de su disertación, Escribá dejó claro que Jair va a ser puntal básico en la defensa; que Lluís López entra dentro de su proyecto en la zaga (falta por consumar su renovación aún); y que, además de Zapater, hay "seis o siete jugadores con los que no se ha hablado de renovar en ningún momento sus contratos (algunos de cesión) que terminan". Ahí entran -con distintas peculiaridades- los casos de Ratón, Eugeni, Fuentes, Vada, Larrazabal, Alarcón, Quinteros o Vigaray.