REAL ZARAGOZA

Véndese usted una mano si quiere jugar de delantero en el Real Zaragoza

Pau Sans, como antes hicieron Azón y Simeone, debutó con el primer equipo ante el Alavés con su mano derecha blanca, envuelta con un vendaje que le ataba también el cuarto y el quinto dedo.

A la izda., Simeone (de pie) y Azón (en el suelo), con sus respectivas manos vendadas. A la dcha., el debutante Pau Sans aplaude con la mano izquierda también cubierta por un aparatoso vendaje.
A la izda., Simeone (de pie) y Azón (en el suelo), con sus respectivas manos vendadas. A la dcha., el debutante Pau Sans aplaude con la mano izquierda también cubierta por un aparatoso vendaje.
Toni Galán

Si ya era llamativo y algo nunca visto el hecho de que los dos delanteros principales del Real Zaragoza, Azón y Simeone, jueguen siempre con una mano vendada, el singular impacto visual y anecdótico del asunto amplía su área de expansión a uno más: Pau Sans, el punta juvenil que debutó el sábado ante el Alaves en La Romareda con tan solo 18 años... también lleva la mano derecha oculta por un vendaje blanco y aparatoso, que además le agarraba el cuarto y el quinto dedo de la extremidad. 

"Véndese usted una mano si quiere jugar de delantero en el Real Zaragoza", parece haber exigido alguien en el área deportiva zaragocista en la puerta de entrada a la primera plantilla en los últimos tiempos. El asunto, trivial en cualquier planteamiento inicial, no deja de llamar la atención en unos tiempos donde este tipo de cuestiones pueden acabar perfectamente generando tendencia, estilo o moda en cualquier momento. 

Al inicio de temporada ya recogíamos la coincidencia de Azón y Simeone en su manía supersticiosa. El canterano aragonés se venda siempre hace tiempo la mano y muñeca izquierda. El argentino hace lo propio desde el año pasado en la mano derecha, sujetándose algún dedo de los pequeños. Los llamábamos los 'manosblancas', aludiendo al efecto visual que generaba desde la pretemporada verlos moverse en la vanguardia zaragocista con ese 'atrezzo' tan vistoso.

Lo de Simeone viene de su reciente paso por el Atlético de Madrid, donde entrenó con la primera plantilla un tiempo a las órdenes de su padre, Diego Pablo 'el Cholo', y donde coincidió con el uruguayo Luis Suárez, que le contó que él jugaba desde hacía determinados meses con un vendaje en la mano porque, un dia, lo hizo buscando un amuleto en una crisis anotadora, y acabó marcando dos goles. Simeone lo imitó y, con el filial rojiblanco, le ocurrió lo mismo... y hasta hoy. 

Lo de Azón, a fecha actual, tiene también un valor casi icónico, como dejé personal que viene de cuando era más niño y, en una fase de alteración del crecimiento, los médicos decidieron quitarle un hueco de esa muñeca, el semilunar, lo que le obligó a protegerse la zona durante algunos meses. Mucho tiempo después, ahora es 'mero vestuario' lo de jugar con la venda. 

Ahora asoma Sans, con la misma pinta. Mano blanca. Vendaje bien armado en su izquierda. Aunque él es de los que, con frío intenso, se pone camiseta interior blanca debajo de las oficiales (que increíblemente son todas de manga corta, según las normas que instauran las marcas deportivas), desde la tribuna sobresale su mano cubierta y protegida complexivamente. No tiene lesión alguna. Es, como Azón, un asunto de meigas, de magia para marcar goles. Lo hace hace tiempo, en su etapa juvenil. En su día sí que tuvo que protegerse de una leve dolencia. Pero eso prescribió hace muchísimo. 

Así que si no eran pocos dos, ahora son tres los delanteros zaragocistas que necesitan del rollo de vendaje de los fisioterapeutas para vestirse del todo antes de cada partido. Un presupuesto extra. Pero se trata de algo muy fotogénico. Como triunfe la propuesta, veremos en lo sucesivo a los aspirantes a jugar como delanteros en el fútbol profesional zaragozano gastándose las propinas en las farmacias en vendajes. Se abre un nuevo campo para el márquetin... al tiempo. 

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