real zaragoza

Así es Pau Sans: las edades de la Araña

Diferentes técnicos de Pau Sans durante su etapa formativa en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza relatan el camino hasta su prometedor debut con el primer equipo.

Partido en La Romareda entre el Real Zaragoza y el Alavés
Partido en La Romareda entre el Real Zaragoza y el Alavés
Toni Galán

¿Qué fue antes? ¿El gol o el delantero? La expansión de Pau Sans hacia su debut en el primer equipo el pasado sábado desafía la lógica evolutiva de un artillero y nos descubre que un delantero centro goleador no solo nace, sino que también se hace. Es el caso de este chaval de 18 años, crecido en las calles del barrio de Valdefierro junto a su hermano mayor Álex -que también pasó por el Real Zaragoza de la mano de compañeros generacionales como Francho Serrano o Puche-, y al que sus 16 goles en el entusiasta equipo juvenil de División de Honor han catapultado a un estreno prometedor que lo enseñó como un punta de astuto dinamismo, valentía para los duelos, una intuición especial en las zonas de remate y una fina habilidad para el desmarque. No necesitó mucho tiempo para ganarse dos situaciones de gol, evitados por dos paradones de Sivera. Esa facilidad para crear peligro contiene muchos de los rasgos de un don: se tiene o no se tiene.

Y esa sensibilidad para el remate y el gol es lo que ha marcado su crecimiento. Porque Pau Sans no siempre fue delantero. Llegó al Zaragoza en 2016, directo al Infantil B. Allí empezó un camino de definición posicional y transformación física, culminado en su debut contra el Alavés, donde lució una anatomía bien formada, signo de mucho trabajo, con unas piernas como troncos. Pau, la Araña, como se le conoce por su veneno, es ya un futbolista hecho y derecho. Un jugador al que el gol hizo delantero en su trayecto del infantil al juvenil.

"Era un jugador callejero"

Nacido en Zaragoza en 2004, hijo de Carlos y de Mónica, profesora, Pau comenzó jugando en las canchas callejeras de Valdefierro, generalmente, contra chicos mayores: la mejor caldera posible para que el talento entre en combustión. “Mi ayudante Víctor Búrdalo le había entrenado cinco años en escuela, prebenjamines y benjamines del Amistad y lo estuvimos siguiendo un año. Era evidente que ese chico lo debía fichar el Zaragoza”, cuenta Iván Martínez, su técnico en el Infantil B. “Era un jugador callejero, se notaba que había peloteado mucho en el barrio con su hermano. Tenía esa inteligencia que unos tienen y otros no. Con nosotros, solía jugar de extremo derecho, si no recuerdo mal. Pero también de mediapunta o falso 9. No tenía la rapidez de De Roque o la habilidad de Montesinos, pero sí desparpajo, sabía lo que había que hacer. Y también metía goles”, añade. “Se le veía potencial para crecer, pero no esperaba que tanto. Era muy pequeñito, pero ha trabajado mucho el físico. Ha pegado el petardazo y me alegro mucho. Ya lo vimos contra el Alavés: se pegó con la defensa y encontró muy rápido situaciones de remate. Eso se llama talento”, finaliza el actual técnico del Ejea y exentrenador del Real Zaragoza.

Partido en La Romareda entre el Real Zaragoza y el Alavés
Partido en La Romareda entre el Real Zaragoza y el Alavés
Toni Galán

"Era muy competitivo"

Pau Sans siguió moldeándose en el cadete. En el División de Honor (19-20), le entrenó Raúl Martínez: "Era y es muy competitivo y ambicioso. Se le vía hambre, una gran mentalidad, y eso es importante para llegar lejos". El Real Zaragoza, entonces, tenía un modelo común e integral en toda la estructura formativa. Todos los equipos de base se ordenaban en un 4-4-2 para formar futbolistas, pero también perfiles. Pau Sans alternaba la mediapunta y el volante interior. “Destacaba por su visión de juego, se movía de cine entre líneas. Es un chico al que le costó el desarrollo físico y madurar por eso lo protegíamos en la mediapunta, con llegada, pero ha trabajado mucho el físico. Se veía que tenía mucho gol, incluso remata muy bien de cabeza. Ante todo, es inteligente en la toma de decisiones y a la hora de moverse y ocupar los espacios libres, por eso también funcionaba como ‘falso 9’. Tiene mucha chispa”, desvela. "Es un orgullo verlo debutar y saber que hemos participado en ese proceso, como con otros como Francés, Luna o Azón", reconoce. 

"Entrena para ser el mejor"

El cincel clave en su transformación al delantero que es hoy fue Jorge Abad, su entrenador en el primer año juvenil, hace dos cursos en Liga Nacional, ahora técnico del Cuarte. “Es rápido e interpreta muy bien las situaciones de venir a combinar o romper al espacio. Jugaba de interior o mediapunta, pero tenía punta de velocidad y olfato, así que lo acercamos más al área porque jugábamos en 4-4-2 en rombo y necesitábamos aprovechar sus condiciones: teníamos muchos interiores y pocos puntas, así que lo adelantamos”, explica. “Se desmarca y se mueve muy bien. Es un perfil parecido a Giuliano Simeone: también pequeño, pero ancho de hombros y un potente tren inferior”, añade sobre un jugador con las ideas muy claras: “Se cuida y trabaja mucho. Tiene mucha inquietud, habla con preparadores físicos, se preocupa por mejorar. Siempre ha sido un competidor que entrena para ser el mejor. Pau quiere ser el mejor”, insiste. Y remata: “Todo le está pasando muy deprisa. Tiene carácter para gestionarlo, pero hay que ayudarle entre todos. Él, desde pequeño, ha tenido claro que quería jugar en el Real Zaragoza”.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión