REAL ZARAGOZA

Un once alrededor de Bebé y Alarcón, los dos refuerzos de invierno

Escribá perfiló este viernes el formato del 'nuevo' Real Zaragoza que nace en febrero, tras el cierre del mercado invernal del martes, con la sensible baja de Azón en el que será el presumible once titular en adelante.

Bebé, en el centro de la imagen, con Alarcón detrás a la derecha en un ejercicio físico de la plantilla.
Bebé, en el centro de la imagen, con Alarcón detrás a la derecha en un ejercicio físico de la plantilla.
Toni Galán

Fran Escribá empieza a ultimar los detalles del 'nuevo' Real Zaragoza que viene de cara a las últimas 17 jornadas de la liga 22-23, las que se van a disputar tras el cierre de mercado invernal de fichajes y traspasos. Va a ser un once inicial base que gravitará en torno a los dos -y únicos- refuerzos consumados en el recién terminado mes de enero: el centrocampista Alarcón y el extremo Bebé. Ambos han venido para jugar. Vienen de Primera División, con vitola de titulares aquí. El primero, internacional absoluto chileno cedido por el Cádiz y, el segundo, prestado por el Rayo Vallecano, internacional con Cabo Verde pese a su nacimiento en Portugal. No son dos parches. Como advirtió Juan Carlos Cordero, el nuevo director deportivo de la SAD, en su presentación, no se ha fichado por fichar. También lo había asegurado antes el entrenador, que solo ha apostado por contratar piezas que tengan relevancia en el modo de jugar del defectuoso equipo heredado del proyecto del verano. 

Así que este viernes, en la Ciudad Deportiva, Escribá ya ha ido moldeando los matices que deben desembocar en un Real Zaragoza ligeramente diferente. Alarcón volverá al once inicial en Andorra, el domingo a las 16.15, después de cumplir el partido de sanción por la tarjeta roja que vio prematuramente en Gijón en el anterior desplazamiento, todo un aprendizaje para el fogoso medio centro sudamericano. Y Bebé debutará tras su presentación procedente de Vallecas hace escasas horas. 

Dos jugadores que deben responder a la política seguida por el club en la recortada remodelación de la plantilla: han de ser capaces de variar las formas, la fisonomía, el rendimiento de un equipo que sigue anclado en la parte más baja de la tabla después de seis meses largos de liga, es 17º y se halla cada vez más cerca de los problemas del descenso de categoría y más lejos de las aspiraciones de jugar la promoción de ascenso. Esto último, después del mal inicio de la segunda vuelta, ha quedado aguado, descafeinado, disuelto en gran medida entre la creciente incredulidad de quienes siempre mantienen enhiesta la bandera del positivismo por mal que vengan los vientos.

Escribá no podrá poner en Andorra su once pensado y diseñado en la mente para este largo esprint final del torneo, pues le faltará, al menos un titular claro. En Andorra no estará Azón, delantero centro (el '9' de la plantilla) que ha caído en su tercer parón por lesión en lo que va de campaña, una pesadilla para él en el apartado personal que está arruinando su soñada eclosión como goleador de la categoría en su tercer año en el primer equipo. Y es posible que Gámez, lateral derecho, que sale de una lesión muscular que lo ha tenido fuera de órbita dos semanas y media (volvió a entrenarse con el grupo este jueves), aún no esté para empezar un partido y, aunque viaje, ocupe plaza en el banquillo, duda que se mantendrá hasta última hora. 

Cristian Álvarez, Jair (que vuelve tras suspensión por tarjetas), Francés, Francho, Alarcón, Bermejo, Bebé, Mollejo y Simeone asoman como nueve titulares firmes en Andorra dentro de ese remozado plan. Sin Gámez, el lateral diestro quedaría un día más abierto, con Vigaray destarifado, Larrazabal (extremo de fábrica) adaptado postizamente a esa labor defensiva y el joven Luna como aspirante a derribar la puerta del primer equipo en ese carril del '2' como alternativas. Y en el lateral izquierdo, con el tanto monta, monta tanto, de Fuentes y Nieto en pugna aleatoria por esa posición.

Los no nombrados parecen iniciar febrero en un segundo vagón de prioridades. La aportación durante las 25 jornadas ya dirimidas ha ido esclareciendo el terreno al cuerpo técnico. Tal vez Zapater y Vada puedan estar muy cerca de ostentar también, en su momento, el rol de titulares. Pero otros como Grau, Molina, Lluís López, Eugeni, Puche o Gueye han ido perdiendo fuelle indefectiblemente. Quinteros, que además arrastra problemas físicos no especificados desde hace largo tiempo, está fuera de guion, lo mismo del recién llegado de su cesión americana Igbekeme, que ha apostado por seguir en Zaragoza pese a saber que no entra en el reparto de futbolistas preferentes para el técnico. 

Andorra, en pocas horas, servirá de estreno del reglaje de motor que ha experimentado el Real Zaragoza en enero. Mucho más corto en modificaciones del que la realidad futbolística del equipo requería. Pero, asumido estaba por todo el mundo de antemano, absolutamente coartado y mediatizado por la herencia de anteriores gestiones en la dirección deportiva (Torrecilla y Lalo Arantegui siguen teniendo ahí su ADN a flor de piel). En el país de los Pirineos arrancará el Real Zaragoza que ha sido posible. No el deseable. Este, si todo va según lo previsto y no hay incidencias extraordinarias de aquí a mayo, empezará a construirlo Cordero en junio, con el verano ya vigente. 

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