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"Al Real Zaragoza le va a venir muy bien Bebé"

Los exzaragocistas Chechu Dorado y Luso Delgado, compañeros en Rayo Vallecano y Córdoba del nuevo jugador del Real Zaragoza, trazan su perfil.

Primer entrenamiento de Bebé en el Real Zaragoza.
Primer entrenamiento de Bebé en el Real Zaragoza.
Toni Galan

La vida ha curtido a Tiago Bebé con una infancia poco amable entre una familia desestructurada y las paredes de un orfanato, unos primeros pasos en el fútbol excesivos con aquel desmesurado traspaso al Manchester United cuando apenas había jugado al fútbol federado con 20 años, el descubrimiento de los lados más oscuros del negocios bajo el paraguas de Jorge Mendes, un viaje de ida y vuelta por un sinfín de clubes, dos graves lesiones de rodilla… Fue España, el fútbol español, lo que le dio la serenidad, el reposo y la estabilidad que terminaron de endurecerlo y madurarlo, hasta el punto de extraerle las gotas de talento que siempre se le habían intuido en su perfil de jugador callejero, indomesticado e instintivo.

El Córdoba fue su primer equipo en España, y allí se encontró con el zaragozano Luso Delgado, polivalente futbolista originado en la Ciudad Deportiva, en un proyecto recién ascendido a Primera División que, en aquel enero de 2015, hacía aguas en la clasificación. Bebé tenía 24 años y lo cedió el Benfica.

Luso Delgado: "Llamaba mucho la atención la fuerza y la técnica con la que le pegaba a la pelota desde media y larga distancia. En las faltas, era la bomba. Alguna se le va, pero si coge puerta… Tiene ese tiro seco al estilo de Cristiano Ronaldo"

“Llegó en un contexto de equipo muy complicado. Nos iba muy mal y a la plantilla le faltaba calidad. Enseguida, le vimos el potencial. A espacios abiertos, era muy peligroso, por su zancada y su velocidad. Otra cosa que en la que destacaba era su golpeo. Llamaba mucho la atención la fuerza y la técnica con la que le pegaba a la pelota desde media y larga distancia. En las faltas, era la bomba. Alguna se le va, pero si coge puerta… Tiene ese tiro seco al estilo de Cristiano Ronaldo”, cuenta Luso Delgado.

Después de un paso efímero por el Rayo Vallecano y su etapa en el Eibar, Bebé se asentó ya definitivamente en Vallecas, con Paco Jémez de ideólogo y el exzaragocista Chechu Dorado como compañero. “Es un futbolista que le da mucha presencia, velocidad y energía al ataque del equipo. Y luego, hay que destacar su golpeo. A balón parado marca las diferencias”, describe Dorado. “Suele jugar por la banda izquierda. Él es diestro, y eso le permite sacar beneficios de la pierna cambiada para el disparo. Entra muy bien en ese tipo de acciones”, agrega.

“En el Córdoba, jugó más en la banda derecha. Recuerdo uno de sus primeros partidos, contra el Real Madrid, que llevó a Marcelo por la calle de la amargura. Lo pasó muy mal, porque, ante un rival que dejaba tantos espacios a la espalda de la defensa, Bebé era muy peligroso. No es un regateador en espacios cortos o de asociarse en áreas reducidas como sí puede ser Bermejo, pero a campo abierto es muy complicado de defender”, señala Luso Delgado. Y agrega: “Su gran debe era el trabajo defensivo y la toma de decisiones. Creo que los años le han llevado a corregir ese tipo de cosas. Abusaba mucho del disparo en ocasiones que no era lo mejor, le pegaba de cualquier parte. Le faltaba ponerle algo de calma a su juego. Pero, eso sí, su potencial físico, que lo sigue teniendo, era abrumador”.

En un equipo como el Real Zaragoza que no mete una falta desde hace cuatro años cuando Pep Biel le endosó una al Nástic y que este año aún no ha marcado desde fuera del área, y en una categoría en la que el balón parado posee un valor decisivo a la hora de desbloquear partidos; Bebé emerge como una solución de gol a un equipo poco dado a él. Al mismo Zaragoza le zurció un balón en la escuadra de Cristian hace tres años, un tanto muy recordado por su portentosa factura: así se las gasta Bebé. “Es que tiene un golpeo muy, muy preciso. He hablado con él tras su fichaje y ya le he dicho que con el viento que hace en Zaragoza a veces, esos disparos van a salir como cañonazos”, comenta Chechu Dorado. “Creo que le va a venir muy bien al equipo, porque no hay un futbolista de su perfil. Mismamente, solo con el balón parado, el Zaragoza ya gana mucho. Va a venirle muy bien porque la plantilla no tiene un jugador así, con esos recursos y con esa capacidad de desborde. Dadas sus características, es un extremo que fija mucho las marcas, atrae mucho al defensa, y eso lo pueden aprovechar otros compañeros”, completa Dorado.

Chechu Dorado: "Es un futbolista que le da mucha presencia, velocidad y energía al ataque del equipo. Y luego, hay que destacar su golpeo. A balón parado marca las diferencias"

Que el Zaragoza ha cubierto una necesidad lo respalda Luso Delgado: “Va a encajar bien. El sistema de Escribá le favorece, jugando con extremos a pie cambiado. Puede aportar mucho, porque al equipo le falta desborde y definición y Bebé te lo puede dar. Creo que su fichaje es un acierto”.

Dorado, por su parte, no se queda solo en el factor futbolístico: “Es uno de esos jugadores que lleva alegría al vestuario. Le gusta poner música, el buen ambiente… Y es trabajador. En los entrenamientos corre como el que más, no es de los que se escaquea, es muy comprometido”. “Es un chico realmente divertido -puntualiza Luso Delgado-. Muy buen compañero. Con nosotros se integró muy bien pese a ser su primera experiencia en España. Jugando, eso sí, tiene carácter. Es temperamental. Tenía la mecha corta, que se suele decir”.

A sus 32 años, experimentado y a quien el fútbol ya le va a sorprender poco, Bebé abre la puerta del Zaragoza con el desafío de seguir comprobando que la carrera que inició hace 12 años rumbo a Manchester aún tiene páginas por escribir. “Me dijo que está muy contento. Que lleva tiempo sin jugar y quiere volver a sentirse futbolista. Viene con muchas ganas. Puede marcar las diferencias”, apostilla Chechu Dorado.

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