Sugerente es el partido del Real Zaragoza esta noche en Granada. Seductor para observar la capacidad de reacción del equipo de Carcedo, que viene de ganar el pasado sábado al Villarreal B en La Romareda y, por ello, está ante la opción de enlazar dos victorias y salir en seis días de un bache que alcanzó profundidad de socavón tras la dura derrota en Santander el día del Pilar.

Visitan los blanquillos un campo complicado por definición, pues los granadinos vienen del sumidero de la Primera División y son uno de los favoritos para estar todo el año en lo más alto, por presupuesto y por nombres en su plantel. En Los Cármenes, este Granada irregular de inicio de curso está respondiendo con nota alta a las expectativas: ha ganado cuatro partidos y solo se ha dejado un empate, un 0-0 frente al Huesca. Su problema está en el papel de visitante, pues ahí han acumulado ya cuatro derrotas, algo anormal e inesperado. Por eso, hoy reciben al Real Zaragoza desde una impropia 8ª posición en la tabla, con 17 puntos, cuatro más que los aragoneses.

Aitor Karanka, un entrenador de caché muy alto para esta división, está empezando a sentir temblores en su suelo. Por eso, los granadinos necesitan hoy, perentoriamente, retornar al camino de los triunfos, pues aún les duele la última derrota, fea, el domingo pasado en Tenerife (2-0). Pero, pese a esta presión creciente en la caldera de Los Cármenes, el Real Zaragoza hará bien en encarar el choque con las máximas precauciones, pues los rojiblancos ya afrontaron con ciertas dudas la anterior cita en su campo, frente al consistente Sporting de Gijón (el 7º clasificado) y le endosaron la goleada de lo que va de liga, un estruendoso 5-0 del que tomar nota.

En las filas andaluzas sigue la base del equipo de Primera, como es natural. Y llegaron en verano refuerzos de primer nivel, caso del internacional Callejón (estaba en Italia), el punta titular de Albania, Uzuni, que es precisamente el máximo goleador de lo que va de torneo con ocho tantos... o sea, que él solo lleva uno más que todo el Real Zaragoza en comandita. Ahí sigue el incombustible y cuarentón Jorge Molina. Y Puertas, y el exzaragocista Rochina, Cabaco, Perea, Bodiger, Melendo... con el cincovillés Soro también radicado en ese destino, como amenaza dentro del gafe de los exblanquillos que suelen ser verdugos históricamente (el caso de Pombo en Santander está aún caliente).

En este medio ambiente de enorme dificultad futbolística, Carcedo es consciente de que está ante su gran oportunidad de revertir lo que ha sido un mal comienzo de campaña. El Real Zaragoza lleva desde agosto anclado en la zona baja de la clasificación, lo que ha desembocado, por las malas trazas del fútbol que practica el equipo en muchos partidos, por el cúmulo de decepciones en los marcadores, por la ceguera ante el gol en los marcos contrarios y porque el zaragocismo esperaba esta temporada un cambio de coordenadas después de dos años de enormes sufrimientos, en una censura rápida contra su figura. Por eso, si los futbolistas blanquillos son capaces hoy de romper los pronósticos y vuelven a casa con los tres puntos, Carcedo, Torrecilla (el director deportivo también está ya en la tarima de acusados) y el resto de la entidad habrán dado el deseado cambio de rumbo en medio de una tormenta seria.

Sin Azón ni Francho, ambos lesionados para unas semanas, el técnico riojano ha de plantear cambios. Volverá Simeone, sancionado el último día. Es otro capítulo propicio para los habituales cambios de once de Carcedo. Hoy, en casa de un gallo, quizá toque un bloque más conservador.