SD HUESCA-REAL ZARAGOZA

Del gol que hoy anularía el VAR a la amenaza de suspensión: las anécdotas del derbi aragonés

Emoción, goles y, cómo no, polémicas arbitrales envuelven el gran partido de fútbol en la Comunidad. Una cita que se llegó a disputar a puerta vacía con motivo de la pandemia.

Acción previa a la posible falta de Pulido sobre Puado en el derbi de 2020, a puerta vacía, en La Romareda.
Acción previa a la posible falta de Pulido sobre Puado en el derbi de 2020, a puerta vacía, en La Romareda.
Guillermo Mestre

Cada vez que el Real Zaragoza y la SD Huesca se encuentran en un campo de fútbol ocurren cosas importantes. Ascensos, goles en el último minuto, acciones polémicas y amplias dosis de emoción envuelven a la gran cita futbolística en Aragón. El derbi, que este domingo (18.15/Aragón TV) vivirá un nuevo asalto en El Alcoraz, estuvo a punto, incluso, de ser suspendido, después del tremendo diluvio que cayó en la capital altoaragonesa en 2017 y que llenó de dudas e incertidumbre la celebración del encuentro.

El derbi aragonés del 4 de febrero de 2017 es uno de los más recordados por las tremendas condiciones climatológicas en las que se celebró. La fuerte lluvia caída en Huesca durante toda la mañana dejó el césped de El Alcoraz en un estado deplorable e impracticable, lleno de barro y agua.

Durante las horas previas, ni los oscenses ni los zaragozanos veían oportuno la disputa del partido en un terreno de juego con enormes riesgos. Sin embargo, la presión ejercida por el árbitro, la Liga de Fútbol Profesional y la televisión para evitar la suspensión dio sus frutos. El encuentro, que se disputó dejando espectaculares imágenes de algunos futbolistas completamente envueltos en los múltiples charcos de agua, lo ganó el Zaragoza (2-3).

El delantero africano Jean Marie Dongou, máximo goleador en la historia de los derbis aragoneses con tres dianas, se erigió como héroe de la desapacible tarde con dos tantos. Ángel Rodríguez completó la nómina de anotadores visitantes, mientras que los goles oscenses fueron obra de Borja Lázaro y González.

Jean Marie Dongou, completamente envuelto de agua en un charco, en El Alcoraz.
Jean Marie Dongou, completamente envuelto de agua en un charco, en El Alcoraz.
Rafael Gobantes

Un gol precedido de una mano

Pero los Huesca-Zaragoza también han dejado goles que hoy, VAR mediante, muy probablemente no subirían al marcador. Es el caso del anotado por Dongou en El Alcoraz en 2016. Aquel encuentro, que terminó con empate a uno gracias al golazo inicial de Samu Saiz, lo igualó el Real Zaragoza con una polémica acción.

La jugada arrancó en la frontal del área visitante, con una volea de Juanjo Camacho que impactó clara y, seguramente, involuntariamente en la mano del visitante Diamanka, que giraba en el aire. Todo el mundo la vio, incluido el colegiado, el tinerfeño Trujillo Suárez, que interpretó que no existía voluntariedad del futbolista del Real Zaragoza.

La decisión del árbitro permitió al cuadro visitante trenzar una rápida contra que terminó con el balón dentro de la portería oscense, después de que Dongou finalizara con templanza frente a Leo Franco. Ese tanto, de producirse este próximo domingo, obligaría a la intervención del VAR y, muy probablemente, quedaría anulado.

Volea de Juanjo Camacho que impacta en la mano de Diamanka.
Volea de Juanjo Camacho que impacta en la mano de Diamanka.
LFP

Goles sobre la bocina

Otra de las características que han marcado últimamente los derbis aragoneses son los goles en los últimos minutos. El primero de todos lo firmó Ewerthon en 2008. El brasileño, que formó junto a Diego Milito la última gran pareja de delanteros del Real Zaragoza, igualó en el minuto 85 un partido que el Huesca dominaba 0-2 a solo media hora del final. Suyo fue también el primer gol zaragozano que había permitido recortar distancias pocos minutos antes.

En 2015, con La Romareda celebrando un emocionante partido que ganaba el Zaragoza 2-3, el defensa Carlos David aprovechó un flagrante error de la zaga local y, completamente libre de marca, consiguió empatar el encuentro en el minuto 93, para delirio de la numerosa afición visitante.

Solo un año más tarde, también en el coliseo zaragozano, el Real Zaragoza se tomó la revancha, también en las botas de un defensa. Era la tercera jornada de campeonato y, con La Romareda en manga corta, Jorge Casado se coronó como el gran héroe de la noche. A solo dos minutos del final, el defensa aprovechó una esperpéntica concatenación de errores en el área del Huesca, que le situó frente al balón en una situación poco frecuente para él. El madrileño no dudó y fusiló la portería oscense, llevando el júbilo a la grada en el minuto 88.

Jorge Casado celebra su gol en el último minuto frente al Huesca en La Romareda.
Jorge Casado celebra su gol en el minuto 88 frente al Huesca en La Romareda.
Aranzazu Navarro

En el citado partido de la lluvia, en 2017, Alexander anotó un intrascendente gol en el minuto 93 que no evitó la derrota oscense (2-3). Ese mismo año, pero una temporada más tarde, Cucho marcó en el 85 en un encuentro que venció el Huesca con claridad 3-1.

Pero si hay un gol que ha marcado los últimos derbis es el que anotó Javi Galán en 2020, con La Romareda completamente vacía por la pandemia. En el minuto 95 consiguió un tanto decisivo, no solo para el triunfo altoaragonés (0-1), sino para el posterior ascenso de su equipo a Primera División.

Un estadio fantasma

En ese encuentro, de infausto recuerdo para la afición zaragocista, se vivió un hecho inédito y para la historia: un derbi aragonés disputado a puerta vacía. Se celebró el 29 de junio de 2020, con la crisis sanitaria del coronavirus en sus primeros meses de vida.

La pandemia obligó a que la liga, detenida en marzo tras la explosión del virus, se reactivara sin público en los estadios. Una condición que penalizó exponencialmente al Zaragoza de Víctor Fernández, que pasó de ocupar zona de ascenso directo a caer en la primera eliminatoria del posterior ‘play off’ frente al Elche.

Ese histórico encuentro de la pandemia generó también una de las polémicas más importantes de los últimos derbis. El mencionado gol de Javi Galán llegó tras una posible falta de Pulido sobre Javi Puado, que cayó al suelo cuando se dirigía en solitario a la portería oscense. La decisión del colegiado, que no apreció zancadilla en la jugada del defensor del Huesca, permitió seguir la jugada y llevar rápidamente el balón al otro área, que terminó en el interior de la portería de Cristian Álvarez en el minuto 95.

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