El partido que esta noche sabatina disputará el Real Zaragoza en Tenerife está lejos de los padecimientos vividos en el último año y medio largo por todo el colectivo zaragocista. No está el equipo de Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ en terrenos peligrosos gracias a su rentable reacción entre mitad de febrero y mitad de marzo. Pero el arrebato positivo de aquellas celebradas cuatro victorias seguidas ante Las Palmas, Sporting de Gijón, Almería y Fuenlabrada se le quedó interrumpido de repente y vienen los blanquillos de patinar en fondo y forma en sus duelos contra Cartagena y Amorebieta. Así que ahí, en la zona media-baja de la clasificación (13º), se afronta la nueva cita en el Heliodoro Rodríguez de Santa Cruz con esa sensación de vivir en tierra de nadie, sujetándose a la manida tesis de que las matemáticas aún sostienen sueños maravillosos (no lo de ganar la liga, pero sí lo de que la promoción sería posible si Pitágoras, Tales y demás alineación de especialistas en ciencias exactas lograsen cuadrar el círculo de aquí al 30 de mayo). Más allá de asideros más o menos creíbles dentro de un fútbol de poca enjundia como es el que juega habitualmente el cuadro que dirije Jim, este partido frente al Tenerife (5º en la tabla y con trazas de que, ellos sí, van a estar en la pelea promocional para subir a Primera División) es una estación para que el Real Zaragoza encuentre algo de sustancia a los últimos ocho partidos de liga que restarán a continuación.

Y no hay más, por ahora y tal vez hasta el final. El problema del descenso, al que el zaragocismo lleva acostumbrado por vicio de dos malas plantillas desde el verano de 2020, queda a 12 puntos, lejos, gracias a Dios. Y la sugerente y anhelada opción de jugar los ‘play off’ anda a nueve puntos de distancia. Así que de aquí a las vísperas de junio va a ser cuestión de oscilar, de moverse alrededor del fiel de la balanza valorativa, para ver si los de Jim tiran hacia un lado o hacia el otro con cierta tendencia que ayude a dotar de contenido este último cuarto de la competición. Una victoria hoy bajo el Teide ayudaría a hinchar las ilusiones. Perder, incluso empatar, aumentaría la percepción de que este curso se ha podido acabar mucho antes de tiempo por lo fracturada que está la clasificación este año. Este es el valor real de este partido entre viejos conocidos en Primera, en tiempos más relucientes para las dos entidades.

Jim sigue con bajas y con futbolistas tocados físicamente, como si la consolidación de su puesto en Segunda para el año que viene (que será el décimo en cadena en rango de plata) hubiese traído de la mano una epidemia de ausencias que, durante la primera parte de la liga no fue tan habitual. El azar es así en esto del pelotón. Francho se quedó en tierra después de parecer durante la semana que iba a reaparecer tras tres semanas de baja por lesión muscular. Petrovic no está bien aún de su espalda. Narváez prosigue KO con otra rotura fibrilar. Lo de Grau y su operación cardiaca se sabe que va para más largo, sine díe. Francés vino el miércoles de Eslovaquia, de estar con la selección española sub-21, con un pinchazo en un muslo que, sin ser serio, lo pone en duda. Total, que de los muchos pacientes de la enfermería, solo sale Bermejo, olvidada ya su algia en la zona lumbar.

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Por encima de presentes y ausentes, en el zaragocismo el debate es si Azón debe ser titular como delantero centro o, como viene siendo utilizado por Jim, continúa con su rol de revulsivo en las segunda partes, jugando sus ratos siempre de sustituto de otro. Es la conversación de moda entre los forofos, la discusión de barra de bar más cotizada en el centro, barrios, arrabales, provincia, región y la diáspora. Hoy parece que sí toca titularidad. Sería lo suyo.

Se visita a un Tenerife de vuelo alto durante el año que, ojo, ha perdido cuatro de sus últimos duelos. Están los chicharreros en la inevitable crisis que todo hijo de vecino padece en esta insondable Segunda División española, cuyo libro de instrucciones viene escrito en arameo, swahili y en cirílico. No hay quién la descifre. Parecen un rival accesible ahora... y ese puede ser su peligro, pues algún día han de despertar, se supone. Jim y sus muchachos dirán en la noche de este sábado a qué cabe atenerse. El zaragocismo espera con ansias.