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La cantera en la era de Segunda, un recurso de utilidad en el Real Zaragoza

En las nueve temporadas seguidas que lleva el Real Zaragoza fuera de la élite ha promocionado a 41 jóvenes del filial, de los que 13 han alcanzado el rango de importantes por su aportación. Los traspasos de cinco de ellos, Rico, Vallejo, Pombo, Guti y P. Biel, han sido flotadores de vida para la SAD.

Francho, Puche, Lasure y Azón, en el centro de la fotografía, en un entrenamiento de la semana pasada.
Francho, Puche, Lasure y Azón, en el centro de la fotografía, en un entrenamiento de la semana pasada.
Francisco Jiménez

La aportación de Azón en el último mes y medio, decisiva en goles y puntos para un apurado Real Zaragoza, ha significado un giro de tuerca más a favor de la esencia de la cantera. El delantero forma parte desde el año pasado del trío de referencia en el primer equipo de la última hornada de la Ciudad Deportiva, junto a Francés y Francho. Dentro de un contenido global de dos cursos deportivos llenos de deficiencias estructurales (la clasificación y la estadística no engañan en ese sentido), ellos son de las pocas luces y asideros positivos, con el aderezo dulce de ser de casa. En los últimos quince días, Puche oposita a sumarse al grupo de aragoneses emergentes con galones propios.

En esa hemorragia de loas canteristas, que se hacen con ganas, razones fundadas y un punto de orgullo bien concebido en los últimos meses, el estudio retrospectivo de este importante grifo de suministro de jugadores al primer equipo profesional del Real Zaragoza desde el último descenso, en junio de 2013, es un buen ejercicio para dotar de valor exacto lo que supone en la actualidad su aprovechamiento. No ha sido lo habitual. Son ya nueve temporadas seguidas en Segunda, llenas de penurias económicas y de otrás índoles, donde los mejores valores patrimoniales han surgido, por goteo y de forma muy selectiva, del propio fútbol base o filial de la entidad.

Desde que se inició la andadura zaragocista en este largo calvario fuera de la élite, que el curso próximo cumplirá ya la década exacta, han sido 41 los futbolistas del RZD Aragón o del Zaragoza Juvenil los que han debutado en Segunda División. Pero no conviene nublarse la mente con esa cifra. Tiene muchos dobles y triples fondos. De hecho, la mayoría de ellos han sido estrenos puntuales, anecdóticos, para la efemérides, sin recorrido real alguno posteriormente (ver cuadro adjunto). Hasta 25 de esos 41, más de la mitad, forman parte del elenco de debuts con poco o nulo vuelo a continuación.

En el otro lado de la horquilla han surgido 13 piezas que sí han resultado de primer rango en su devenir dentro del equipo profesional. Son minoría, pero han significado –y significan los que aún siguen en la plantilla– un material humano de valor crucial para la supervivencia de la SAD y, deportivamente, del propio equipo en su competición liguera de plata.

Este selecto grupo lo estrenó, en el segundo verano de purga en Segunda (2014), en un punto de máxima necesidad en días de riesgo de liquidación de la SAD, el defensa Vallejo. Junto a él también se mostró en esa campaña por primera vez un jugador de los llamados ‘de club’, el lateral Nieto. Vallejo firmó 59 partidos y fue traspasado al Real Madrid. Nieto suma más de 120 duelos y sigue siendo miembro del elenco.

Ratón, Pombo, Lasure y Raúl Guti siguieron su estela una campaña después, aunque la eclosión de estos tres últimos aguardaba para la liga posterior. Primero llegaron sus estrenos anecdóticos, luego su progresión. El portero sigue cubriendo con dedicación un puesto, el de suplente, de difícil asunción. Pombo (tras 107 partidos y Guti (91) también dejaron réditos económicos mediante sendos traspasos al Cádiz y el Elche.

Delmás y Pep Biel se dieron a ver el curso 17-18. El lateral cayó de pie enseguida y dejó 72 partidos antes de irse. El balear, no canterano pero sí traído al filial como promocionable, encontró mercado rápidamente y se fue al Copenhage danés a cambio de un buen dinero. Hace cuatro campañas asomaron el joven Soro, también causa de un buen traspaso al Madrid, y el veterano Linares, singular fichaje con los 36 años pasados que dio minutos de calidad y goles importantes en 47 duelos.

A medio camino entre la atonía y la notoriedad se quedaron tres más: Whalley, Sergio Gil y Clemente, con debuts prometedores sin un final adecuado. Y el largo listado que engorda este uso de la cantera sin ningún resalte ahí queda: Suárez, Esnáider II, Tierno, Anton Shvets, Carlos Javier, David Muñoz, Adán Pérez, Meseguer, Buenacasa, Kilian, Xiscu, Raí Nascimento, Zalaya, Dorado, Torras, Ahmed, Baselga y, por ahora, Nick, Borge, Marc Aguado, Javi Hernández, Carbonell, Sola, Puche y Ángel López. Quizá, si la ‘política’ futbolística no hubiese capilarizado hace tiempo también al fútbol formativo, del mismo modo que alguno de ellos jamás hubiese pisado la Seguda División, algún otro estaría hoy en una órbita mejor. La cantera es oro. Pero no es oro todo lo que reluce en la cantera.

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