real zaragoza
Un Zaragoza matagigantes
El Real Zaragoza ha ganado en La Romareda a Éibar y Almería, los dos primeros clasificados, y empató contra el Valladolid, tercero en la tabla.
El Real Zaragoza solo ha ganado ocho partidos esta temporada, aunque entre sus victorias registra dos meritorias frente a los dos primeros clasificados. No ha vencido mucho el equipo aragonés en una campaña de paso irregular e inconsistente, pero entre sus triunfos, en La Romareda, figuran como víctimas el Éibar y el Almería, los dos primeros clasificados. Dos proyectos gigantes en el contexto económico y deportivo de la categoría. Además, el Zaragoza también contuvo al Valladolid con un 0-0 en la visita pucelana al estadio zaragozano.
De hecho, el equipo aragonés solo ha perdido tres partidos en toda la liga frente a los equipos ahora clasificados entre los seis primeros: frente al Valladolid (2-0) al comienzo del curso, en Almería (0-3) y contra el Tenerife (0-2). Con la Ponferradina ha empatado los dos partidos (1-1 y 0-0) y frente al Girona se igualó a uno en Montilivi.
El buen de tono del equipo contra los rivales de la cabeza, de alta jerarquía, y sus victorias frente a Éibar y Almería más recientemente no suponen un valor añadido pues los puntos en juego son los que son, pero sí arrojan significados sobre el fútbol del equipo aragonés y cuál es el juego que más le conviene de acuerdo a la propuesta de Juan Ignacio Martínez.
El Zaragoza, como ya sucediera la pasada temporada, es más competitivo cuanto más reactivo es. Con la salvedad de los primeros dos meses y medio del presente curso en los que exhibió una evidente identidad protagonista, el equipos se ha desenvuelto con más garantía, fiabilidad y aplomo contra rivales de rango superior. No solo contra adversarios de una teórica capacidad y fortaleza mayor, sino frente a conjuntos con un estilo basado en la proposición con la pelota, enfocados hacia el ataque, apartados de cualquier voluntad especulativa y con planteamientos más arriesgados. Cuanto más abierto le han jugado y cuanto más ha tenido que mantener una idea poco relacionada con la posesión, mejor ha interpretado los partidos el Zaragoza y más sentido ha tenido su fútbol. En esos contextos más simples, el Zaragoza ha inflamado su vena competitiva.
Le ha sucedido también contra otros equipos que no se encuentran ahora en la zona alta pero sí los estuvieron en el momento de enfrentarse a ellos y manifestaban cierta superioridad, como el Sporting o Las Palmas. No es casual que el Zaragoza le haya levantado a los canarios los dos partidos de la temporada: son un equipo animado con la pelota, atrevido… Y el Zaragoza lo supo desactivar y tumbar.
Al Zaragoza aún le quedan por delante partidos contra equipos de este perfil aproximado. Aún debe de recibir al Girona, y viajar a Huesca, Éibar, Tenerife y al campo de la Real Sociedad B, un equipo de abajo pero con una acentuada propuesta de fútbol osado y ambicioso. Curiosamente, el Zaragoza debe recibir en La Romareda a los rivales con un juego más opuesto, más reactivos, conservadores y rigurosos. Equipos de la zona media y baja con un fútbol más basado en la organización defensiva, los repliegues intensos y los ataques directos o al espacio como Fuenlabrada, Amorebieta, Burgos, Alcorcón y Lugo.
