Real Zaragoza-Las Palmas: Mucho más que tres puntos

Todas la victorias rentan tres puntos, pero hay ciertas victorias que implican mucho más que eso. Es el caso de la de este sábado en La Romareda. El 2-1 del Real Zaragoza a Las Palmas tiene múltiples lecturas, todas positivas de un modo u otro. La primera, la evidente, es que el triunfo alivia sobremanera la presión deportiva que rodeaba al equipo en las últimas jornadas, atascado en una crisis galopante de resultados tras ocho jornadas consecutivas sin conocer la victoria. No se llevaba un triunfo el zaragocismo a la boca desde el pasado 6 de diciembre frente al Eibar. Concretamente hace 75 días. El noveno partido sin ganar hubiera sido letal, mortal de necesidad y de consecuencias imprevisibles.

La segunda cuestión, vinculada de la mano con la primera, es que el Real Zaragoza ha estirado notablemente su margen con los puestos de descenso. A expensas de los partidos del Amorebieta –juega mañana ante el Leganés– y del Fuenlabrada –recibe hoy al Alcorcón–, el Real Zaragoza se acostó ayer con siete puntos de margen con la zona de descenso. Un colchón de seguridad importante, que mejora de forma ostensible el futuro deportivo del equipo.

La tercera lectura que se extrae del triunfo de este sábado es el refuerzo de la figura de Juan Ignacio Martínez. El veterano entrenador, más cuestionado que nunca en las últimas horas, salvó su segundo gran ‘match ball’ de la temporada –ya logró salir del primer bache importante del curso ganando 0-1 en Burgos– y amplió así su crédito interno. Jim llegaba al partido en horas bajas, sabedor de que una mala tarde podría acercarle al borde del precipicio de la destitución. El club le había señalado como fundamentales los encuentros ante Las Palmas y Sporting y, del primero, ha salido airoso con un triunfo balsámico. Clave. Triunfo, por cierto, que supone el tercero de toda la temporada –sobre un total de 14 partidos– en el estadio de La Romareda, acostumbrado ya a padecer decepciones por acumulación y que ayer se marchó a casa por fin con una sonrisa.

La cuarta derivada de la victoria ante los canarios tiene lecturas institucionales. La mejoría en la situación deportiva del equipo facilita de forma fundamental el proceso de compraventa del club. Para que el cambio accionarial salga adelante, es necesario que el Real Zaragoza mantenga esta temporada la categoría, que sujete su plaza en Segunda División. De este modo, que el equipo frene en seco su caída y logre reencontrarse con la victoria ayuda a cerrar la operación con los nuevos inversores.