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Real Zaragoza-SD Huesca: el derbi de la necesidad

Real Zaragoza y SD Huesca ponen camino a un nuevo derbi aragonés, una cita marcada por las dudas deportivas y la insuficiencia futbolística de ambos equipos.

Pulido toca a Puado en la polémica acción que terminó con el 0-1 del Huesca en La Romareda.
Pulido toca a Puado en la polémica acción que terminó con el 0-1 del Huesca en La Romareda.
Guillermo Mestre

El derbi aragonés emerge, un año más, en el horizonte, reencontrados Huesca y Real Zaragoza en la misma plaza en la que se reunieron la última vez: en Segunda División. Sin embargo, en esta ocasión, el envoltorio del duelo presenta una coloración bien diferente. Lejos queda el 30 de junio de 2020, en los primeros pasos del fútbol desconfinado, cuando Real Zaragoza y Huesca se enfrentaron en La Romareda con la Primera División en la mirilla de la escopeta. Aquel partido ya forma parte del historial más tenso entre ambos equipos por la polémica jugada entre Pulido y Puado, una falta no señalada en el preludio del gol de Galán. Los significados de aquel resultado fueron más allá de la disputa de ese encuentro. Al Zaragoza, en posiciones de ascenso directo, se le atragantó de tal modo la derrota que se le indigestó todo el verano, echando por tierra un regreso a Primera División que tuvo varias veces a tiro. El Huesca, por su parte, tomó la dirección contraria. Salió fortalecido con la victoria. Míchel, su entrenador, estaba al filo del despido y una derrota en La Romareda le hubiera zarandeado su puesto en el cargo. Pero el Huesca reparó su fútbol, sus resultados, y acabó ascendiendo.

El próximo lunes, en el mismo escenario pero con un ambientación bien distinta, una Romareda abierta al 100% al público en la víspera del día del Pilar, ambos equipos se cruzan de nuevo. Esta vez con una trasfondo deportivo menos eufórico, pero igual de necesitado. Tanto Zaragoza como Huesca caminan en este inicio de la temporada por los primeros terrenos pantanosos del curso. Las dudas van ganando posiciones en ambos equipos, consecuencia de dos primeros meses de competición de resultados irregulares, ciertas insuficiencias futbolísticas, problemas clasificatorios, vacilaciones técnicas…

El local, el Real Zaragoza, acude al derbi con los primeros trazos de una crisis deportiva. Está en descenso, no vence en casa, no marca goles -solo 5 en 8 jornadas-, apenas le ha dado para ganar al colista y acumula cuatro partidos seguidos empatando. En este tránsito, el equipo ha presentado un fútbol bien formado, con un estilo definido y una propuesta de elevado caudal ofensivo. Sin embargo, su falta de puntería, sus carencias frente al gol, ha erosionado su prestación de puntos. Al Zaragoza, aun con todo, no le da para ganar. El crédito pasado de JIM y las escasas distancias abiertas en la tabla de Segunda frenan debates mayores en torno al Zaragoza. Un partido, una victoria, puede cambiar el prisma de las observaciones sobre su situación. Por ejemplo, el Huesca es 11º con solo dos puntos más en una categoría que constriñe a los equipos más que nunca: entre el 4º y el 18º apenas hay seis puntos de diferencia.

El Huesca, por su parte, aterrizará en la capital aragonesa el lunes después de la derrota del pasado sábado contra el Tenerife. El resultado alimenta las dudas del equipo oscense en el último mes, con una sola victoria en seis partidos. Arrancó bien la temporada con dos victorias contra Eibar y Cartagena, pero la dinámica reciente lanza serios avisos sobre un equipo que tiene como objetivo el regreso a Primera Divisón. 

Al igual que Juan Ignacio Martínez, su entrenador, el mexicano Ignacio Ambriz, ha entrado en un periodo de pruebas y rotaciones, sin afianzar un once que en los primeros partidos, como en el caso del Real Zaragoza, parecía más definido. El Huesca está jugando un fútbol de sensaciones más bajas que el Real Zaragoza, pero tiene cierto veneno en el gol. Eso le ha dado puntos. En cambio, sus números defensivos señalan un problema: 9 tantos encajados en 8 partidos denuncian la insolvencia en esta faceta del conjunto azulgrana. No es un conjunto sólido. 

Al choque, Juan Ignacio Martínez llegará con tres nombres tachados de la lista: Yanis se va con Panamá y Francho y Francés se incorporan a la selección española sub 21. Hay que esperar la evolución de Juanjo Narváez, dos semanas apartado de la titularidad por unos problemas de espalda. En el Huesca, Ambriz tendrá la baja segura de Ratiu, lateral derecho convocado por Rumanía, y son duda Cristian Salvador y Ferreiro. Hasta el próximo lunes tienen tiempo para recuperar sus lesiones y apuntarse a un derbi que ya está en marcha.

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