Vada y el cambio táctico obligado que Jim no quiere desvelar

La pieza clave que puede variar sustancialmente el rostro del Real Zaragoza este sábado ante la Real Sociedad B (y, en lo sucesivo) es el mediapunta argentino Valentín Vada. El jugador sudamericano, singularmente convertido tras cinco jornadas en el máximo goleador zaragocista con dos goles (de los solo tres anotados por todo el equipo en este tramo inicial del torneo), ha visto puerta en dos ratos, saliendo en ambos desde el banquillo de los suplentes. 

Es decir, Juan Ignacio Martínez 'Jim' está en la obligación de hacerle sitio en el once inicial cuanto antes. Porque, al margen de la anécdota (no menor) de sus dos dianas, este futbolista ha venido a ser pieza clave en el esquema del nuevo Zaragoza 2021-22. Y en el mecanismo usado hasta ahora, desde el verano inclusive, la figura del mediapunta ha sido inusual, muchas veces inexistente. 

Jim ha apostado mayormente por un 4-3-3. En el centro del campo, con un trivote, con Eguaras de eje (o Petrovic, en Alcorcón), y dos volantes escoltándolo a ambos lados. Y en la delantera, con un ariete referencial y dos extremos/interiores. Vada necesita su espacio natural y, en ese mecanismo, obviamente no existe. 

Si Vada entra ya como titular ante la Real Sociedad B, como parece probable, habrá que ver cómo remodela Jim su dibujo en la pizarra. Le sobrará una pieza. Bien un medio, bien un atacante. O diseña un 4-4-2 en rombo, con Vada detrás de dos delanteros (ahí desaparecería uno de los tres de ahora, un exterior), o bien apuesta por un nítido 4-2-3-1, en el que quien deberá hacerle hueco será, naturalmente, uno de los tres centrocampistas.

Jim no quiso desvelar sus intenciones en la previa del partido, en su habitual rueda de prensa, que el club ubica a 48 horas de los partidos, como poco. "Más allá de los movimientos tácticos y del cambio de sistema, nosotros tenemos ya un ADN como Real Zaragoza, implantado desde la pretemporada. Presión alta, presión tras pérdida. Son cosas innegociables en el trabajo. Y en ataque hemos de ser muy verticales. Es obligado este equilibrio. No podemos trabajar mucho para recuperar el balón", dijo el alicantino, 'echando balones fuera' en su respuesta a una pregunta concreta. 

Y se le insistió. Otro martillazo. ¿Cómo se le hará sitio a Vada cuando sea titular? “Las características de un jugador las va marcando el transcurso de un partido. En Alcorcón jugamos varias fases con un 4-2-4. El otro día en Fuenlabrada, con uno menos, acabamos con cinco atrás, con los laterales muy avanzados. Los jugadores han de adaptarse a todo esto", dijo el técnico. 

Es evidente que esta maniobra táctica es de delicado tratamiento. Hasta ahora, Vada ha sido un revulsivo, un cambio radical ante marcadores adversos, tanto en Alcorcón como en Fuenlabrada. Saltó al campo en el minuto 73 en su debut y, el último día, lo hizo en el 59. Sus dos goles, sus buenas aportaciones y sensaciones, las ha dejado patentes en tan solo 58 minutos parcelados. 

Y las decisiones de Jim en esas dos estrategias tampoco aclaran nada. En Alcorcón entró por el delantero centro, Álvaro Giménez. En Fuenlabrada, por uno de los volantes del medio campo, Zapater. O sea, las dos opciones sobre las que tendrá que decidir Jim cuando meta a Vada en el once inicial: restarle un delantero al equipo o hacerlo con un medio. El técnico blanquillo quiere que todo sea novedoso, acudir a los hechos consumados. Lo que sea, sonará. Porque hay una tercera opción: que Vada engrane en el 4-3-3 y no juegue de mediapunta.