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Francés: "Sería un orgullo jugar con el Real Zaragoza en Primera División"

El joven central crece y hace crecer al conjunto aragonés.

Real Zaragoza
Mirada al futuro, pies firmes en el presente.
Toni Galán

El hombre tiene ilusiones como el pájaro tiene alas. Eso es lo que le sostiene. El nuevo Real Zaragoza de Juan Ignacio Martínez se sostiene desde un imberbe central juvenil que está asombrando al fútbol español entero. La ilusión contagiosa de Alejandro Francés es una de las fuerzas motrices de un equipo que ahora se declara creyente.

Es el amo de la defensa, acaban de darle el mítico numero 6 del Real Zaragoza (el de Xavi Aguado), ya es indiscutible en el equipo titular, le llama la selección española jugando en Segunda... ¿Se cree usted todo esto que le está sucediendo?

Para mí es un sueño formar parte de la primera plantilla del Real Zaragoza, y más ahora, con un número como el 6 del primer equipo. Es el sueño que tenía desde bien pequeño, desde que comencé a jugar al fútbol. Mi ilusión y mi pasión era intentar vestir esa camiseta y ese número, y hacerlo en La Romareda. Ahora, es un pena que no esté la grada llena, pero para mí es un sueño que se está haciendo realidad.

Su vida ha dado un viraje radical en apenas unos meses. ¿Sigue haciendo las mismas cosas que antes?

Cuando llegas a la élite, cuando llegas a ser futbolista profesional, la vida te da un giro total. Ahora te conocen por la calle, ya no puedes hacer algunas cosas con los amigos, sales con la familia y te ven muchas personas. Cambia la vida, pero estoy muy contento de llegar donde estoy llegando y aspiro a llegar más arriba. Y si puede ser con el Real Zaragoza, mejor todavía.

¿Qué le dicen sus amigos, sus padres, su gente?

Están muy contentos de verme tan feliz, de ver que las cosas están funcionando. Ellos me han apoyado muchísimo para llegar hasta aquí. Solo se ve lo bonito, pero detrás hay mucho trabajo para llegar hasta aquí, y mis padres y mi gente cercana siempre han estado a mi lado. Sin ellos, quizá no estaría aquí ahora.

¿Cuánto se dio cuenta de que podía hacer algo importante en el fútbol? ¿En qué momento apreció que ahora sí? ¿Quizá tras el título en la final de la Copa de España de Juveniles?

Soy muy joven, pero ya llevo jugando un tiempo. Comencé en el San Gregorio y me pasé al Balsas Picarral antes de llegar a la Ciudad Deportiva.

Le interrumpo para decir que es fantástico que salgan chavales de dos clubes tan zaragocistas como el San Gregorio y el Balsas.

Claro, allí, como le decía, me inicié. En juveniles ya lo comencé a ver algo más cerca. Me marcó, como creo que todo el equipo, la consecución de la Copa de Campeones Juvenil.

En la que marcó el gol de la victoria ante el Atlético de Madrid antes de la final.

Eliminamos al Atlético y luego le ganamos la final al Villarreal. El Real Zaragoza de la División de Honor Juvenil siempre es un buen equipo, pero, desde que ganamos ese título, nos dimos mucho más a conocer. Fue un año muy bueno con Iván Martínez como entrenador. Como ganamos ese título, jugamos la Champions Juvenil frente a equipos extranjeros y lo hicimos bastante bien. Ese fue un paso muy importante. Gracias eso también nos llamó la selección. Cuando llegué a la selección española, me di cuenta de que tenía que cambiar muchas cosas.

¿Qué tenía que cambiar?

Por ejemplo, cuidar la alimentación, el descanso, que es muy importante. No quedar tantos días con amigos. Después de quedar campeones, fui al Mundial Sub-17 y ahí me di cuenta de muchas cosas. Me dije a mí mismo que estaba en un nivel ya muy alto, y de ahí no quieres bajar.

Debutó muy pronto en el Zaragoza, en su segundo año juvenil.

Mi primer partido de esta temporada fue cuando sustituí a Vigaray en Alcorcón cuando cayó lesionado.

Me refería a que antes había debutado en Copa del Rey el año pasado.

Exacto, cuando me puso Víctor Fernández en Socuéllamos.

Donde también jugó Borge.

Sí, sí, nos puso a los dos. Jugué en ese partido de Copa y esa misma temporada debuté en Lugo, y en Copa también frente al Mallorca. Después, con el Almería y la Ponferradina.

Este curso ha visto pasar hasta tres entrenadores por el banquillo del Real Zaragoza. ¿Cómo definiría a Rubén Baraja, Iván Martínez y Jim?

Baraja metía muchísima intensidad. La verdad es que con él no tuvimos suerte en los resultados. Hicimos un gran trabajo entrenando aunque no se viera reflejado por ciertas circunstancias. Con Iván Martínez siempre hemos trabajado mucho el aspecto táctico. Le gusta estar bien posicionado, robar y salir. Ya apostó por mí en juveniles. Jim trabaja mucho el aspecto mental. Nos ha dado muchísima confianza en nosotros mismos. Los resultados están a la vista.

Perro viejo, Jim…

Tiene muchísima experiencia, y esa experiencia nos la ha transmitido a nosotros. Nos ha dado confianza y el equipo ha entrado en una dinámica muy buena.

Y tan buena. El Real Zaragoza ha sumado 14 de los 21 puntos que ha disputado con Jim como técnico, e incluso ha merecido más, pues fue mejor que el Albacete y que el Sabadell.

Se pudo ganar, pero lo más importante es que estamos en una dinámica muy buena. Hemos perdido puntos en partidos que merecimos más, como los que usted dice. Pero hay que contar también con los rivales y con el factor suerte, que esos días no estuvo con nosotros. Ahora tenemos que centrarnos en el Alcorcón, que seguro será un partido muy difícil. Si le ganamos al Alcorcón, miraremos la zona del descenso con más tranquilidad.

Superar la frontera de los tres puntos, esto es, más de un partido respecto al descenso, se antoja esencial.

Es cierto. Sería importante hacerlo. Ganar al Alcorcón es muy importante también por ese motivo. Sería otro paso muy importante.

Por cierto, los tres jugadores que más partidos han defendido la camiseta del Real Zaragoza (Xavi Aguado, José Luis Violeta y Manolo González) jugaban en la misma posición que usted: defensa central. ¿Se ve muchos años en el Real Zaragoza?

Para mí sería un sueño. Representar el escudo del león tantos años, me encantaría. Y me gustaría también que fuera en Primera. Quiero jugar con el Real Zaragoza en Primera División. Para mí sería un orgullo si un día estoy a la altura de esos grandes jugadores que usted acaba de decir, que son referentes del Zaragoza. Querría que estuvieran también Francho e Iván Azón, gente muy trabajadora y constante que nos hacen estar donde estamos.

Y con el número 6...

En juveniles jugaba con el 2, con el 4, con el 5; con el 6 no había jugado en juveniles. Con el 6 jugaba en el San Gregorio y en el Balsas Picarral.

Esta pregunta me la he guardado para el final: ¿con qué central se siente más cómodo?

Con Jair estamos haciendo una pareja perfecta. Cuando uno falla, el otro siempre está. Sé que si fallo, él va a estar. Nos complementamos. Gracias a esa solidez defensiva, entre otras cosas, estamos ganando muchos partidos. Porque para ganar partidos, necesitas tener una defensa buena. Así es mucho más fácil todo.

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