Real Zaragoza: ¿Con cuántos puntos se asciende a Primera División?

Al Zaragoza le funciona la estrategia del corto plazo, tal y como indicó Víctor Fernández tras ganarle a Deportivo con una invertida metáfora del juego de posición - “mirar cerca, mirar lejos”- tomada del discurso de Pep Guardiola, y no debería salirse de ese carril, por lo que la visita al Racing se presenta, a grandes rasgos, como la única preocupación relevante en estos momentos. Pero mirar lejos implica mirar la clasificación, a sus topes, a sus proyecciones matemáticas y, principalmente, a aquello que se toma como objetivo y sueño: el ascenso a Primera División. ¿Con cuántos puntos se asciende a Primera División? El escenario comparativo más práctico cabe ubicarlo en las últimas seis campañas, justo el ciclo actual en Segunda del Real Zaragoza, pues supone la franja temporal en la que la categoría se viene jugando en sus claves y coordenadas de hoy, con un control salarial de la Liga que lo marca y delimita todo, y ha erigido la Segunda División que conocemos hoy: igualdad, incertidumbre, fin de las clases y jerarquías, sorpresa, pronósticos rotos, lluvias de empates y ventajas mínimas, una competencia feroz, la ley de la selva, los vuelcos en la clasificación, las resurrecciones y los hundimientos imprevistos…

En este ecosistema, el precio del ascenso se ha ajustado, reduciendo su tarifa respecto a las ligas de la primera década del siglo en Segunda, cuando el coste de la Primera División era más elevado, con una tendencia alcista hacia los 80 puntos. En las últimas temporadas, ese umbral del ascenso se ha venido instalando en torno a los 75 puntos. Exactamente, la puntuación media del segundo clasificado entre 2014 y 2019 es de 75 puntos. Este año, la proyección, marcada por el Real Zaragoza y sus 51 puntos, es de 74 a 42 jornadas. Considerando cómo está la liga, con la zona media más incierta que nunca, con la sexta plaza tan cerca del descenso, cabe estimar que el ritmo de puntuación será similar al actual en la lucha del ascenso directo -quizá no sea así para la sexta plaza, puede que más cara que otros años ni para la salvación, también más exigente-. Solo podría elevarse si, como se aprecia ahora, los cinco primeros clasificados, equipos que han abierto la primera brecha apreciable en el vagón de cabeza, dejan de perder puntos, imponen un ritmo sostenido de victorias y reviven lo sucedido en la temporada 2014-2015, cuando el Sporting necesitó 82 puntos para subir de la mano del Betis y sus 84, el Girona no ascendió con 82 a o Las Palmas hizo 4º con 78 puntos. Aquel año cinco equipo, también el Valladolid, rompieron la tabla por arriba, dejando el sexto puesto, que fue el Zaragoza, en solo 61 puntos.

Este fue el ascenso más caro que se ha registrado en las últimas seis jornadas: 82 puntos. La pasada campaña también se alzó la cota, con los 87 de Osasuna y los 79 del Granada que dejaron al Málaga en Segunda con 74 puntos. Pero no ha sido lo habitual. Un año antes, cuando el Zaragoza hizo tercero con 71 puntos, Rayo Vallecano y Huesca subieron con 76 y 75, respectivamente. Parecidos números al ascenso de Alavés y Leganés en la 2015-2016 con 75 y 74 puntos. En estas referencias apunta a situarse esta temporada la pelea. Aunque también ha habido promociones directas mucho más baratas, por ejemplo, en la 13-14, el Deportivo se plantó en Primera como segundo clasificado con 69 puntos y el Éibar fue campeón con 71. O el Girona, en al curso 16-17, subió directo con 70 puntos, en un año dominado por el Levante y sus 84.

Establecido el contexto y estimadas las proyecciones, el Zaragoza, para ponerse en la horquilla de los 73-76 puntos en los que apunta a ubicarse el premio gordo, necesitaría, en las trece jornadas restantes, agregar entre 22 y 25 puntos a sus casillero. Su dinámica actual es compatible con ese desafío. Para ello, nada más fiable y consistente que tomar su última serie de 13 partidos, justo los que han transcurrido desde su derrota en La Romareda contra el Albacete el 16 de noviembre. Desde entonces, ha firmado 27 puntos: 8 victorias, 4 empates y 1 derrota (contra el Huesca en El Alcoraz). Puede afirmarse que, si el Zaragoza repite una tanda así, con otros 27 puntos más, es muy probable que salte a Primera División. De momento, todas sus rachas en curso (ocho jornadas sin perder, una derrota en los últimos 13 encuentros, dos derrotas en sus 16 partidos más recientes…) tiene un esperanzador valor, una inercia sólida, sostenida, regular… atributos, todos ellos, propios de un equipo fiable y con color de ascenso.

El calendario que reserva el trayecto hacia la tierra prometida consta de siete jornadas fuera de casa y seis en la Romareda. Lejos de su estadio, el Zaragoza afronta los dos próximos partidos, en Santander contra el Racing y en Málaga, frente a uno de los equipos más rocosos del momento. Cuando pasen esas dos páginas, al conjunto de Víctor Fernández le quedarán seis partidos como local (Alcorcón, Almería, Huesca, Rayo, Oviedo y Ponferradina) y cinco como visitante (Lugo, Extremadura, Girona, Tenerife y Albacete). En ese sprint final, esas seis citas en su estadio -18 puntos potenciales-, con rivales directos como Huesca y Almería, más otros que pueden serlo como el Rayo, poseen un valor esencial en este camino. Buena parte del ascenso pasa por el rendimiento en La Romareda. El objetivo comienza tener rostro: entre 22 y 25 puntos más.