real zaragoza
La cantera vuelve a responder
Alejandro Francés y Andrés Borge son los dos primeros jugadores nacidos en el siglo XXI que debutan con el Zaragoza. También se estrenó Ahmed y fue titular Buyla.
El Real Zaragoza llegó a Socuéllamos, superó sin excesivo brillo el trámite y avanzó sin más alardes en la primera ronda de la Copa del Rey. El partido era una especie de piedra en el zapato en la semana del derbi aragonés –Víctor Fernández lo calificó de "inoportuno"–y el equipo zaragozano lo solventó sin mayores contratiempos. Misión cumplida. Tampoco hubo lesionados, un mal que nunca puede considerarse menor en los partidos que los clubes profesionales disputan sobre el temido césped artificial. No son uno, ni dos, ni tres los encuentros como este que ha disputado el Zaragoza y que han terminado con un futbolista lesionado para varios meses...
Esta son las principales lecturas, las más evidentes, que se pueden extraer del 0-1 de esta noche en el Paquito Giménez. Ahondando un poco más, el estreno en la Copa del Rey dejó también las notas positivas del debut de los canteranos Alejandro Francés (2002), Andrés Borge (2001) –los dos primeros jugadores nacidos en el siglo XXI que juegan con el Real Zaragoza– y Ahmed Belhadji (1997). Tres jóvenes valores más de la Ciudad Deportiva que irrumpen en el primer equipo, como en su día lo hicieron los Guti, Soro, Delmás, Pombo, Ratón, Nieto... Francés, un futbolista que disputó el Mundial sub-17 con la selección española hace solo unas semanas, se mostró serio y solvente en el lateral izquierdo, demostrando que tiene potencial para jugar regularmente en un futuro no muy lejano con los mayores.
Borge, uno de los puntales del División de Honor Juvenil de Iván Martínez que deslumbra en la Youth League, se mostró activo en ataque y sumó en defensa. También fue titular Jannick Buyla –que ya jugó el curso pasado en la visita al Extremadura– y completó una seria actuación en el centro del campo. La cantera aragonesa respondió en un día y en un campo complicado, mostrando un buen tono competitivo que sirvió para derrotar al Socuéllamos y que el grueso de los titulares habituales descansara en Zaragoza con la visita a El Alcoraz del domingo entre ceja y ceja.
La otra buena nueva, a la postre definitiva para la clasificación, fue el reencuentro con el gol de Giorgi Papunashvili, un futbolista con un rendimiento muy lejano al que se esperaba de él esta temporada que, quizá -solo el tiempo lo dirá-, subió ayer un peldaño más en su reactivación como activo útil de la plantilla. Sería una sobresaliente noticia para Víctor Fernández.
